En las redes sociales circuló una fotografía de tres aficionados sentados en la grada del Ali Bin Hamad Al Attiyah Arena de la capital catarí mientras lucían una cinta de San Jorge en su ropa. En su origen, la insignia de rayas negras y naranjas es un símbolo de la victoria de 1945 sobre la Alemania nazi, un evento que se conmemora el 9 de mayo en Rusia. También es considerada una marca de patriotismo ruso.

Los espectadores se negaron a retirar ese emblema y fueron expulsados de la sala, precisó la IJF a la AFP, confirmando una información de la web Inside the Games.

El Mundial de judo de 2023, que tiene lugar hasta el domingo en Doha, está marcado por el regreso a la competición de deportistas rusos y bielorrusos después de su exclusión por la guerra en Ucrania. Han sido readmitidos a título individual, como deportistas neutrales y sin sus símbolos nacionales, siguiendo una recomendación al respecto del Comité Olímpico Internacional (COI).

La reintegración de rusos y bielorrusos provocó que Ucrania decidiera que sus judokas no acudieran a este Mundial en Catar.