Lo sabía Peñarroya al inicio del tercer cuarto. "Defensa, defensa", es lo que ordenó a sus pupilos después de dos primeros actos en los que los vitorianos no fueron los que habían sumado esos seis partidos ganados.
Les costó ajustar los engranajes en su propia canasta, en especial los que manejaba Maodo Lo, que condujo a los locales a una primera renta nada desdeñable (27-14). Dos triples seguidos redujeron la distancia para comenzar el segundo cuarto 27-20.
Con ese acierto exterior, el Baskonia pudo remontar nuevamente dirigidos por ese jugón que es Markus Howard, en un momento de forma extraordinario. Con un 7-16 de parcial, la ventaja ya era visitante (34-37). Pero no era el día de la regularidad y cada pérdida azulgrana era castigada por los germanos para llegar al descanso de nuevo seis arriba (54-48).
Una defensa inexistente
Encajar 27 puntos en cada parcial no entra en el adn baskonista y hace más complicado ganar. Leyó la cartilla Peñarroya, pero el Alba seguía encontrándose más cómodo castigando desde el perímetro y en la zona con un desatado y destacado Jaleen Smith. Normal que la diferencia se ampliase hasta el 77-65. Dos puntos sumaron los españoles para entrar en los diez últimos minutos con una decena abajo.
Ahí, en ese tramo final, apretaron los dientes en defensa, cerraron el rebote y comenzaron a montar contraataques ante los que los berlineses no encontraban respuesta. Fueron los momentos de Henry de Darius Thompson con un 0-11 en el minuto 35 (80-81).
Las fuerzas se igualaron entonces, el miedo a no perder también y los aros se hicieron pequeños, sobre todo para un Baskonia que, en el último minuto y con 85-84, erró dos triples y otros dos tiros de Howard y Costello para sumar su primera derrota en los últimos siete encuentros.
Jaleen Smith, con 18 puntos, fue el máximo anotador del Alba, mientras que Henry, con 19 (más 5 rebotes y 5 asistencias) lo fue del encuentro.