Jack Draper (21) es uno de los jugadores del futuro porque a su corta edad ya se ubica en el puesto 40 del ranking ATP y lleva tiempo demostrando todo lo que puede dar de sí en la próxima década (y algunos años más seguramente). No tuvo fortuna Rafa Nadal en el sorteo porque se mide a un rival enérgico que puede proponerle un partido complicado, aunque la figura del actual número dos del mundo impone mucho más por todo lo que ya ha hecho tanto en el Open de Australia como en el resto de los Grand Slams.
Llevaba tres victorias consecutivas el bueno de Draper, cuatro en los últimos cinco partidos, pero no tendrá la oportunidad de medirse a Bautista porque cayó en tres sets. Ganó el primero a través del tie break (6-8), perdió el segundo (también) en el desempate (7-2) y claudicó en el definitivo por 3-6, el menos igualado de todos porque el surcoreano le rompió el saque en el primer juego y se mantuvo firme después.
El de Sutton consiguió hacer bueno su saque en 18 ocasiones, cinco más que su rival, y evitó cometer demasiados errores no forzados (se quedó en 17, seis menos que Kwon). Sin embargo, convirtió un único punto de break de 10 posibles, un bagaje bastante pobre. No logró aprovechar sus momentos y eso, sobre todo en partidos más igualados, suele resultar decisivo, una condena que lo deja sin final en Adelaida 2.
Nadal sabe que está muy lejos de su mejor nivel, pero incluso en ese contexto está segundo en lo más alto (por detrás tan solo de Carlos Alcaraz). Ha perdido seis de los últimos siete encuentros oficiales que ha disputado (la victoria fue contra Casper Ruud, un desenlace feliz que también se dio seis días después en una cita de exhibición), racha que, en el peor de los casos, puede llegar a afectarle psicológicamente.
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