La inoportuna lesión de Carlos Alcaraz propició que uno de los alicientes añadidos que tenían varios tenistas antes de comenzar el primer Grand Slam del año fuera el de quitarle al español el cetro de mejor jugador del mundo.
Al inicio del torneo, solo había tres candidatos a arrebatarle al murciano el número uno. Uno era el noruego Casper Ruud, al que le valía con regresar a la final de un grande como ya logró tanto en Roland Garros como en el US Open del año pasado, aunque fue eliminado en segunda ronda por Jenson Brooksby, con lo que se esfumaron todas sus opciones.
Los otros dos siguen vivos y con opciones reales de lograr su objetivo. Son Novak Djokovic, al que parece que solo sus problemas musculares en una pierna le pueden dejar en la cuneta en su camino a conseguir su Grand Slam número 22, y Stefanos Tsitsipas, que ya está en cuartos de final tras derrotar en cinco sets a Sinner y que está mostrando un alto nivel de tenis. Ambos deben levantar el trofeo de campeón para matar dos pájaros de un tiro y ser además el número 1 de la ATP.
Antes que nada, conviene recordar el reparto de puntos en el ranking que hay en un Grand Slam. El campeón se lleva 2000, el finalista 1200, los dos semifinalistas 720, los cuartofinalistas 360, 180 los que llegan a octavos de final, 90 los que caen en la tercera ronda, 45 los que lo hacen en la segunda y 10 los que pierden su partido de primera ronda.
De este modo Alcaraz, en el primer puesto actualmente, perderá 90 puntos (los que ganó al llegar a la tercera ronda en 2022) y se quedará en 6.730. Djokovic tiene en estos momentos 5.070, con lo que si consigue los 2000 que se lleva el ganador de un grande (haga lo que haga, no perderá puntos al no poder participar en la anterior edición) llegaría hasta los 7.070. Por su parte, Tsitsipas tiene 5.715 y defiende 720 de las semifinales del año pasado, por lo que podría sumar, como máximo, 6.995.
Ni al serbio ni al griego les valdría con llegar a la final, puesto que el primero se quedaría en 6.270 y el segundo, en 6.195, por lo que su única opción es ganar.
Peligra el récord de Nadal
Uno de los datos que demuestra el domino y la regularidad que ha tenido Rafa Nadal a lo largo de su exitosa carrera es que, desde 2005, ni las lesiones ni los malos resultados ocasionales le han podido sacar del top 10 mundial, algo nunca visto en la historia del tenis.
Su derrota, con lesión incluida, contra Mackenzie McDonald en segunda ronda hizo que el balear pierda 1.955 puntos y, cuando acabe el Abierto de Australia, tendrá solo 3.815, aunque le servirán para estar en el sexto o el séptimo puesto de la clasificación de la ATP al finalizar el torneo, dependiendo de si Holger Rune es capaz de llegar a la final o incluso ganarla.
Pero las entre seis y ocho semanas que Nadal estará alejado de las pistas por sus problemas físicos hacen que peligre su situación teniendo en cuenta que su inicio de 2022 fue impecable. No podrá estar ni en el ATP 500 de Acapulco, donde se llevó los 500 puntos de ganador, ni tampoco en el Masters 1000 de Indian Wells, por lo que también perderá los 600 que se llevó por llegar a la final, con lo que cuando regrese a la competición, tan solo tendrá 2.715. En estos momentos, con esa cifra caería hasta la duocécima posición, aunque todo dependerá del rendimiento de sus rivales en estos dos meses.