Esta semana, la atención se centra en el Gran Premio de Brasil, en el que se produjeron resurrecciones, redenciones y duros golpes de realidad.

Mercedes la lía

Mercedes llegaba a Interlagos con la moral por las nubes después de terminar segunda en pista en las dos carreras anteriores por cortesía de Lewis Hamilton. Sin embargo, en lugar de dar un paso más hacia el segundo puesto en los campeonatos de pilotos y constructores, se estrellaron contra el suelo en Sao Paulo.

Su ritmo de carrera fue pobre tanto el sábado como el domingo y, lo que es más preocupante, no sabían por qué: incluso al final de la temporada, siguen sin entender bien su propio coche.

La falta de ritmo no fue su único problema, con la decisión de no dar instrucciones a Hamilton para que dejara pasar a su compañero de equipo George Russell en un momento en el que éste era mucho más rápido, una decisión desconcertante que finalmente hizo que ambos fueran adelantados por el Ferrari de Carlos Sainz.

Al final de la carrera, Hamilton había caído hasta la octava posición y Russell se había retirado por problemas de motor, lo que significaba que el equipo había sumado menos puntos que todos sus rivales en un fin de semana que drenó todo el optimismo que el equipo había poseído previamente.

El jefe del equipo, Toto Wolff, lo calificó como su "peor fin de semana en 13 años", mientras que Hamilton dijo que cree que Red Bull "probablemente va a estar muy claro durante los próximos dos años" al frente de la parrilla.

Con los enormes recursos que tiene el equipo a su disposición y una pareja de pilotos que yo diría que es la mejor del deporte, no deberían permitir que esto ocurriera, y si lo hacen, hay que preguntarle a Wolff".

La presión disminuye sobre Pérez

Hablando de Red Bull, las pérdidas de Mercedes fueron la ganancia de Sergio Pérez, ya que el mexicano recuperó el segundo puesto en el campeonato con un fin de semana sólido muy necesario.

No empezó bien, pero después de clasificarse noveno para la carrera principal, se recuperó bien para terminar cuarto, y entre esas dos sesiones, también se clasificó y terminó tercero en la carrera al sprint, mostrando un fuerte ritmo y habilidad en carrera durante todo el fin de semana.

Tan positivo para él como su propio rendimiento fue el hecho de que Hamilton, la mayor amenaza para su posición en la clasificación de este año, terminara octavo y Daniel Ricciardo, la mayor amenaza para su futuro en Red Bull, terminara 17º.

El equipo de Checo ha dicho en numerosas ocasiones que lo mínimo que tiene que hacer esta temporada es terminar segundo detrás de Verstappen en el campeonato, y con 32 puntos que lo separan de Hamilton con sólo dos carreras restantes, parece casi seguro que lo hará.

Parece poco probable que sea el compañero de equipo de Verstappen al final de la próxima temporada, pero en Brasil probablemente hizo lo suficiente para asegurarse de que al menos comience la campaña 2024 como piloto de Red Bull.

Alonso y Aston Martin ofrecen un recordatorio de su potencial

Tras un comienzo de temporada brillante, Fernando Alonso y Aston Martin han caído en el olvido en los últimos meses, pero en Brasil le recordaron al mundo que pueden ser una fuerza a tener en cuenta.

Provisto de un coche fuerte por primera vez desde el verano, el español fue un placer de ver el domingo, haciendo el reinicio perfecto para pasar a Hamilton y haciendo algunas proezas en la última vuelta para recuperar el tercer lugar de Pérez, asegurando su primer podio desde agosto.

En su batalla con el mexicano realizó una de las mejores conducciones de la temporada, aguantándole durante un buen rato a pesar de tener un coche mucho más lento y luego volviendo a ponerse por delante con una maniobra impresionante. Como sucede a menudo, equilibró a la perfección la firmeza y la imparcialidad en sus carreras rueda a rueda como pocos pueden hacerlo.

Dije al principio de la temporada que Hamilton y Alonso eran los dos únicos pilotos que podrían estar a la altura de Verstappen si se les diera la misma maquinaria, y ocho meses después, estoy más seguro que nunca de ello, a pesar de que este último ha celebrado su 42 cumpleaños en ese periodo de tiempo.

Si Aston Martin puede proporcionar tal maquinaria para Alonso es muy incierto, pero no imposible dados los recursos y la ambición que poseen, y con su talento y su indiscutible estatus como piloto número uno del equipo - un estatus que sólo él mismo y Verstappen disfrutan entre los punteros - será toda una combinación si pueden.

Personalmente, no hay nada que me gustaría más ver en el mundo del deporte que una lucha por el título entre Fernando Alonso y Max Verstappen, y aunque es poco probable, sigue siendo una posibilidad.