Si alguien pensaba que, tan cerca como está de proclamarse campeón del Mundo de Fórmula 1 por tercera vez consecutiva, iba a bajar el ritmo, a no arriesgar nada, es que no conoce a Max Verstappen, el caníbal del motor. 

El neerlandés no deja que nadie le supere ni en los primeros entrenamientos Libres. Es insaciable, voraz en su apetito y, por supuesto, inalcanzable si además cuenta con el mejor coche. Algo de eso tendría que mirar Checo Pérez para ver por qué no está a su altura ni a la de sus rivales. El mexicano finalizó la primera sesión quinto, a más de medio segundo de su compañero. 

Entre ambos, los dos Ferrari, con Sainz nuevamente por delante de Leclerc, y Fernando Alonso, que vuelve a mostrar las mejores sensaciones a bordo de su Aston Martin. Por cierto, lo mismo que decimos del dúo de Red Bull habría que aplicarlo al compañero del asturiano. Lance Stroll quedó 14º, a más de siete décimas de su pareja. 

Más escondidos, o quizás como preámbulo de lo que puede pasar, estuvieron los McLaren, noveno y décimo, y los Mercedes. Russel, octavo; Hamilton, 13º.