Cyle Larin (27) se ha erigido como el gran protagonista del Real Valladolid en estos últimos días. Muchos aficionados desconocían quién era hace un par de semanas, pero ahora todos hablan sobre este delantero que tantas alegrías ha dado ya en tan poco tiempo. Salió como revulsivo contra el Valencia y pudo batir a uno de los mejores guardametas de LaLiga Santander, Giorgi Mamardashvili, y este domingo logró lo que ningún jugador del Real Madrid pudo hace una semana en el Santiago Bernabéu: batir a Álex Remiro.
Su llegada vía cesión desde el Brujas se hizo oficial en el último tramo del mercado de fichajes. Era una incorporación necesaria porque el club dio salida poco después al delantero israelí, que ya sabe lo que es marcar con la camiseta rojiblanca, y a Sergi Guardiola (rumbo al Cádiz). Entre ambos sumaron una única diana (la anotó el primero), que es la mitad respecto al ariete con pasado en el Besiktas, club con el cual llegó a celebrar 19 goles en 38 jornadas durante una misma temporada.
Si algo ha demostrado Larin es su buen hacer a la hora de colocarse en el campo, ese saber estar en el lugar y en el momento adecuado, y la contundencia de cara a la portería rival. Apenas dos oportunidades ha necesitado para resolver dos encuentros. Y no frente a rivales sencillos, ni mucho menos, sino contra el ahora apenado Valencia, todavía con mejor plantilla, y la admirable Real Sociedad. Los donostiarras se han dejado seis puntos frente al equipo dirigido por José Rojo 'Pacheta' porque también cayeron en la ida (1-0).
Tan solo Ronaldo sabrá qué hubiese ocurrido con el entrenador si el internacional con Canadá no hubiese marcado el 1-0 contra los del Turia en el estadio José Zorrilla, pero la única realidad es que los blanquivioletas afrontaron aquel encuentro en puestos de descenso y ahora están en la posición número 13 con cuatro de margen sobre el Cádiz y cinco respecto al Getafe. No han conseguido nada, pero es un paso adelante y, sobre todo, un subidón de moral antes de recibir a Osasuna el domingo (18h30 CET).
Y entretanto, el Brujas se queda a cero
El destino es tan caprichoso que su club, horas antes de que arrancara el duelo en el Reale Arena, no pudo pasar del empate contra el Antwerp (0-0) en el que ya es el enésimo pinchazo liguero. Lo más preocupante es que suma una única victoria en los últimos 11 partidos (amistososo incluidos), principal motivo por el cual se ubica a 21 puntos de distancia del líder y, además, sin posibilidad de ganar ya la Copa de Bélgica debido a la dolorosa eliminación contra el St. Truiden (1-4).