Un balón muerto de Fernández le da vida al Valencia en el tiempo de descuento

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Un balón muerto de Fernández le da vida al Valencia en el tiempo de descuento
Actualizado
El Valencia consigue un punto de oro ante el Espanyol
El Valencia consigue un punto de oro ante el Espanyol@LaLiga
El equipo de Gennaro Gattuso salva un punto en el descuento gracias a un error garrafal de Álvaro Fernández

El tiempo de descuento es un fragmento del partido en el que la emoción se sobrepone ante la táctica. Después del minuto 90, cuando el cronómetro del aficionado empieza a contabilizar los segundos eternos que faltan para que finalice el duelo, cualquier cosa puede suceder. Eso es, en escencia, lo que ha ocurrido este domingo en el vibrante empate 2-2 que han protagonizado el Espanyol y el Valencia.  

Diego Martínez consiguió, durante 90 minutos, asfixiar al Valencia ejerciendo un bloque de presión medio alto. El entrenador ocasionó una serie de malas entregas en la defensa del equipo de Gattuso que, ante la incapacidad de sus jugadores para salir tocando, encontró nuevas alternativas y apeló a la histórica en el cierre del encuentro. 

Cavani, que se estrenó como inicialista en el once valenciano, dejó escapar dos oportunidades que frenó con serenidad Fernández. El portero, en ese entonces, era el héroe del partido y veía como sus atajadas encendían a la afición del Espanyol, que llegaba con hambre de triunfo. 

Pese a su consistencia, el uruguayo no fue el encargado de abrir el marcador. Gabriel Paulista, defensor brasileño, sólo necesitó de una opción para concretar el primer gol del encuentro e ilusionar, de paso, a los seguidores del conjunto ché.

La ilusión ché duró tres minutos. En el minuto 56, Joselu, ícono del Espnayol, empató el encuentro tras una jugada atractiva para la vista del aficionado. Un golazo, en términos simples. Sergi Darder, en el minuto 83, siguió los pasos del ariete ex Real Madrid y, después de un violento disparo desde fuera del área que venció a  Mamardashvili. El tanto sabía a victoria, a alegría, a esperanza. 

Sin embargo, un balón sin rumbo, distante, que iba lejos del arco del Espanyol, ha cambiado el tránsito del partido. Álvaro Fernández, portero del equipo catalán, ha pasado de héroe a villano en el tiempo de descuento, el instante más enigmático y cruel posible en el que un futbolista podría cometer un error. 

"Pensaba que iba fuera, tío", repetía constantemente el portero de los pericos que, por ese entonces, no entendían como habían pasado de la euforia a el drama en una cuestión de minutos, o incluso, de segundos. 

El error de Álvaro Fernández ha sido aprovechado por Comert. El defensor del Valencia, bien posicionado, ha leído de forma acertada el fallo del experimentado guardameta y ha llegado en solitario para definir el 2-2 final.