El entrenador más exitoso de Europa en la última década ya tiene banquillo desde donde dirigir un nuevo proyecto. 

Después de su polémica salida del conjunto blanco, que no creyó a los médicos que le dieron el alta médica para seguir ejerciendo como entrenador tras sufrir un ataque al corazón, Pablo Laso decidió tomarse un tiempo de reflexión. 

Recibió durante los últimos meses varias ofertas de clubes importantes, todos aspirantes a ganar la Euroliga, pero las fue rechazando hasta encontrar el proyecto que, de verdad, le motivase. Y ese ha llegado desde Alemania, con el Bayern de Múnich. 

"Estaría feliz si logro éxitos similares a los del pasado, pero el éxito no se define únicamente por ganar la Euroliga, y eso debería quedar claro para todos. Estoy comprometido al 100 % y listo para ayudar a Bayern a alcanzar el siguiente nivel de este emocionante proyecto", ha expresado en su presentación el técnico español. 

A priori, no tan competitivo como podría ser un CSKA o un Olympiacos, pero al vitoriano le motiva crear desde un escalón más bajo algo que pueda ascender a las cotas más altas.