Fin al culebrón que ha protagonizado el hispanomontenegrino desde que el Barcelona decidió rescindirle unilateralmente su contrato, del que aún le quedaban por cumplir dos temporadas y por recibir 22 millones de euros.
Mirotic, seguramente, acabará en los tribunales con el Barça para reclamar el pago íntegro de su indemnización. Pero mientras tanto tenía que encontrar un equipo donde jugar.
Acordó su llegada al Partizán después de que se hubiera especulado también la opción de recalar en el Estrella Roja, pero cuando todo estaba apalabrado, se echó atrás argumentando amenazas que había recibido de aficionados serbios.
Finalmente, tras varios días de incertidumbre, se ha decidido por la propuesta del Armani Milano, curiosamente el primer equipo al que se asoció su nombre cuando el Barça publicó que Mirotic no continuaría.
La escuadra italiana lo ha hecho oficial con un curioso mensaje en redes sociales jugando con el 33, el número que llevará el ala-pívot.