Sin Sarunas Jasikevicius y sus casi cuatro millones de euros de salario, pero con Roger Grimau y sus diez veces menos de ficha, el Barça continúa configurando su plantilla 23/24.
La llegada de Punter, la estrella del Partizan que se peleó con el madridista Yabusele en los cuartos de final de la Euroliga, está prácticamente acordada. Fichará por dos años y cobrará unos 3 millones de euros brutos por cada uno.
Será uno de los jugadores con mejor salario de la próxima plantilla, pero muy lejos, por ejemplo, de los casi 10 que se embolsaba por campaña Nikola Mirotic.
Sin acuerdo por Mirotic
El hispanomontenegrino sigue sin rescindir su vinculación. No ha habido acuerdo entre él y el club, y el tiempo se le echa encima a los dos, pero sobre todo al Barça. Si la rescisión no llega antes del 30 de junio, habrá cantidades de ese contrato que computarán para las cuentas del ejercicio 23/24. No sólo para la sección de baloncesto sino para la entidad en general. Serían gastos que afectarían también al fútbol.
Pero la cosa podría ir a peor. En caso de no haya entente cordiale y el asunto acabe en un despido unilateral, Mirotic podría denunciar y el Barcelona tener que realizar un depósito de sus dos años de salario, una provisión de unos 20 millones, en un juzgado a la espera de una resolución definitiva.