En el baloncesto, el que ríe el último es el que gana. De nada le sirvió a los canarios ir por delante en el electrónico durante tres cuartas partes del partido. En la recta final, los taronja aceleraron con una exhibición ofensiva para remontar. Heridos en su orgullo cuando todo parecía ya perdido, el Granca firmó un 8-0, con triple de Brussino sobre la bocina, para frenar en seco la alegría valenciana y forzar el tiempo extra.
El argentino había fallado sus cuatro lanzamientos anteriores, pero es lo que tiene este deporte.
Por desgracia para él y sus compañeros, esa vida extra la malgastaron. Lejos de acusar el golpe de haber perdido el billete a semifinales en el último segundo, los de Mumbrú aceleraron de nuevo para poner tierra de por medio con un 10-0 que fue, esta vez sí, inalcanzable. Y entonces rieron.
La cita con el Real Madrid el sábado promete emociones fuertes.
Pequeñas diferencias
Para llegar a ella, el Valencia tuvo que sobreponerse a la actuación de Landesberg, máximo anotador con 23 puntos. Para contrarrestarle estuvo Jovic, que sumó 9 unidades de sus 13 globales sin fallo en el último cuarto. Y Brandon Davies, que acumuló 17 en total. Chris Jones y Ojeleye, ambos con 13, y Justin Anderson, con 11, fueron esenciales también para llevarse finalmente el triunfo.
El partido se movió con pequeñas diferencias que nunca superaron la decena, pero con el Gran Canaria casi siempre por delante. Sólo en el 11-13 comandó el rival. A partir de ahí, ventajas escasas, en algún momento de 8 puntos (47-39), como en el tercer cuarto. Pero, como una hormiguita, esa diferencia se fue reduciendo hasta que el marcador quedó volteado (70-73). De ahí se llegó al 77 iguales, a la comentada prórroga y al vendaval ofensivo de un Valencia que terminó llevándose la victoria.