Lo ha hecho con suspense, pero demostrando que su carácter ganador le permite superar cualquier obstáculo. Incluso el de tener una bola de partido en contra. La salvó ante la indonesia Gregoria Mariska Tunjung y se impuso en el tercer y definitivo set por 22-20 después de haber ganado el primero 21-19 y perdido el segundo 13-21.
"Muy muy contenta. Ha sido un partido muy duro en el que he luchado hasta el final, no me he dado por vencida. Ha sido súper importante seguir centrada en el plan de juego, lo que había que hacer, seguir confiando en las cosas que habíamos visto del plan. Trofeo a casa, ahora toca un poco de descanso antes del Máster de Madrid", ha comentado la campeona.
Se enfrentaban en la final las dos primeras cabezas de serie, con la española como favorita. Pero no fue hasta verse por detrás 6-10 cuando se empezó a ver lo mejor de su repertorio para ponerse 18-14. Cuando parecía encarrilado, su rival reaccionó igualando a 19, pero Carolina amarró la primera manga con dos puntos consecutivos.
Tunjung había demostrado que no iba a ser sencillo derrotarla. Y más que lo hizo en el segundo set, donde pronto puso tierra de por medio, 2-8, 12-18, para equilibrar el partido apuntándose el segundo set por 13-21.
Esa inercia continuó durante gran parte del tercero y definitivo, con un peligroso 4-10. La jugadora onubense reaccionó con fuerza para dar la vuelta al marcador (12-11), pero la igualdad se mantuvo hasta el final.
Bola de partido en contra...
El set definitivo arrancó también cuesta arriba para la campeona olímpica en Rio 2016, que se puso 4-10 después de seis puntos ganados con el saque por su oponente. Pese a ello mantuvo la cabeza fría y revirtió la situación para adelantarse 12-11 con un 6-0 de parcial. Desde ahí, haciendo el columpio con el electrónico, se llegó a un final no apto para cardíacos, con una bola de partido para Tunjung con 19-20.
Luego, ya saben lo que pasó. La salvó Carolina Marín y se apuntó el título en Suiza, el segundo consecutivo en estse 2024.