El día del primer arranque de motores de Fórmula 1 en Bahréin, el caso Horner no está cerrado. Es más, está envenenado: un correo electrónico anónimo con supuestas charlas entre el director del equipo Red Bull y la empleada que le había acusado de "comportamiento inapropiado" reaviva los focos sobre un asunto que parecía haber terminado con el cierre de la investigación interna por parte de la escudería austriaca.
"No hago comentarios sobre especulaciones anónimas", dice el comunicado de respuesta de Horner.
Cuando la segunda sesión de entrenamientos libres en Sakhir tocaba a su fin, un correo electrónico anónimo -según informan varios periódicos internacionales, entre ellos Bild, Sun e Independent- fue enviado a numerosos periodistas acreditados en Baréin y a personas influyentes del paddock (entre ellos, los jefes de los otros equipos y personal de la FOM y la FIA).
Un Google Drive que contenía capturas de pantalla de supuestas conversaciones entre ambos, incluidas imágenes.
Ante esto, Horner ha insistido en que "no haré comentarios sobre especulaciones anónimas, pero reitero que siempre he negado las acusaciones. Respeté la integridad de la investigación independiente y cooperé plenamente en todo momento. Fue una investigación exhaustiva y justa dirigida por un abogado especialista independiente y concluyó rechazando la denuncia presentada. Sigo plenamente centrado en el inicio de la temporada".
Toto Wolff pide más transparencia en Red Bull
"Más transparencia". Esta es la petición que el director del equipo Mercedes, Toto Wolff, ha hecho a Red Bull, después de que la escudería campeona del mundo rechazara una denuncia contra Christian Horner, pero no diera detalles de cómo ha ido la investigación ni de qué se le acusaba exactamente.
"Como deporte, no podemos permitirnos dejar las cosas vagas y opacas en temas críticos como éste", añadió Wolff a los micrófonos de la BBC.