Mike Krack, luxemburgués de 51 años, es el jefe de equipo en Aston Martin y Dan Fallows, británico de 49, es el director técnico. Ambos llevan muchos años en Formula 1 y han reconocido pública y privadamente que están asombrados con la actitud y el talento de Fernando Alonso.
Nadie podía imaginar que un coche nuevo pudiera estar tan arriba, por delante de marcas míticas como Mercedes, Ferrari y McLaren, a estas alturas de temporada, pero Alonso está obrando el milagro.
Fernando ha logrado seis podios en ocho carreras (dos segundos puestos y cuatro terceros), está a sólo 9 puntos de distancia del mexicano “Checo” Pérez, que pilota un Red Bull imbatible, y aventaja en ¡80 puntos! a su compañero de equipo, el canadiense Lance Stroll, hijo del propietario.
Su sensibilidad con el coche, su capacidad para indicar a los ingenieros las áreas de mejora, su lectura de carrera y su pilotaje sin fallos ha encandilado a todo el equipo, que está con más ilusión de la que esperaban al comenzar la temporada.
El desarrollo del coche está en constante evolución. Ya tuvieron mejoras en el GP de Canadá disputado en Montreal y se esperan más la próxima semana en Austria, un circuito que le puede venir bien al Aston Martin. Los datos que arroja el túnel del viento para las carreras venideras son muy esperanzadores. En todos los miembros del equipo hay una enorme satisfacción y la ilusión de poder batir algún día al ogro neerlandés que domina el campeonato.
Si bien Verstappen parece intratable, Alonso y su equipo seguirán porfiando por lograr la ansiada victoria nº 33 del asturiano, algo que lleva 10 años esperando. Las perspectivas de cara al futuro son inmejorables: un inversor potente, un equipo en crecimiento y un piloto liderando la rebelión contra los grandes.