Los últimos entrenamientos del Gran Premio de Canadá comenzaron con la pista muy mojada tras la lluvia caída en las últimas horas en Montreal. Pero Fernando Alonso se atrevió con los intermedios cuando la mayoría calzaba los de lluvia extrema. 

Durante algunos minutos, fueron estos los que marcaron los mejores tiempos, pero el de Aston Martin no dio su brazo a torcer y marcó el camino al resto de la parrilla. Fueron los Ferrari los que siguieron su estela y bajaron de 1:30, pero poco tardó el ovetense en liderar la tabla con 1:27.

Mojado o seco, Max es Max

Se esperaba que volviese a llover, pero ésta se hizo la remolona y la pista del Gilles Villeneuve comenzó a mejorar. Fue el momento elegido por Verstappen para mostrar su Red Bull y acabar con las ilusiones del resto. 

Sainz le emuló, pero justo cuando acababa de finalizar la vuelta en la que se colocaba tras el neerlandés, perdió el tren trasero de su monoplaza y se fue contra las protecciones, chocando de lado y dañándolo por delante y por detrás. 

Bandera roja y Sainz, sin poder correr

Quedaba media hora todavía y, cuando se reanudó la sesión tras la retirada del bólido rojo, Verstappen siguió marcando de morado los tres sectores. Alonso se quejaba por radio de falta de temperatura en sus neumáticos, pero estaba contento con los reglajes y se las arregló para subirse al tercer puesto, aunque a 1.3 segundos del neerlandés. El segundo fue para Leclerc, que completó una buena jornada, fantástica para su tocada moral. 

Por detrás, quejándose de la falta de agarre, estaban Hamilton, que se coló finalmente en el Top10 antes del diluvio de los últimos diez minutos, así como Russell y Checo Pérez. El mexicano, 17º, está a años luz de su compañero, y ni en seco ni en mojado es capaz de hacerle sombra. Veremos en la clasificación si mejora.