La pasada temporada, con el Real Madrid ya casi campeón de Liga, el Barcelona goleó a los blancos en el Bernabéu (0-4) en lo que fue la primera gran victoria de Xavi en el banquillo azulgrana. Aquel día colocó a Araujo como lateral derecho para tapar las incursiones de Vinicius, el rival más en forma. El brasileño ni olió la bola y el uruguayo incluso se las arregló para marcar un gol.
Esta campaña, en el primer Clásico y ante su baja por lesión, Xavi lo intentó con Sergi Roberto, pero el experimento no salió nada bien y la victoria fue a parar al eterno enemigo (3-1). Así que en la final de la Supercopa, Araujo de nuevo fue quien tuvo que volcarse a la banda derecha. El resultado, victoria contundente del Barça (1-3) y otra vez Vini desaparecido en combate y frustrado, muy frustrado.
Un mes después se volvieron a cruzar ambos, uno defendiendo y el otro atacando, esta vez en la ida de la semifinal de la Copa del Rey. De nuevo el azulgrana, con su velocidad y anticipación, pudo con su par y su equipo se llevó el triunfo por 0-1.
No hay dudas de que este domingo volverá Xavi a usar a Araujo como el antídoto para Vinicius. El brasileño parece olvidado por fin de las provocaciones y en estos últimos encuentros ha vuelto a emerger como el delantero más peligroso del Madrid. Alexander-Arnold, por ejemplo, otra gacela, no pudo con él en la Champions. Pero con Araujo delante, el examen es de nota. Quien gane este duelo particular entre sudamericanos tendrá mucho que ver en la victoria o derrota de su equipo.