Decía Gaudí que para hacer las cosas bien es necesario: primero, el amor; segundo, la técnica. En el Barcelona de Xavi encajan a la perfección las dos sentencias del arquitecto catalán: el amor, la identidad y la pasión caracterizan al Barça; el estímulo, la evolución constante de la técnica y el buen trato del balón integran el sistema del plantel.
Xavi, hasta el momento, hace las cosas bien. El durísimo varapalo sufrido en la Champions es historia. El Barcelona es líder de LaLiga. Sólo ha perdido un encuentro (el clásico) y espera, ante el Atlético de Madrid, extender la positiva estadística que le regresó a la cima de la competición.
Sin Robert Lewandowski (34) el cuerpo técnico culé presenta un inmenso reto por delante. Los catalanes dependen en gran cuantía de las actuaciones del ariete. En polaco marcó casi el 40% de los goles blaugrana en la presente campaña. Su ausencia será notoria y, en ese punto, Xavi necesita demostrar que su equipo maneja las condiciones suficientes para posicionarse como candidato a cantar el alirón en el verano.
Barcelona llega al partido referente a la jornada 16 de LaLiga urgido de títulos. El último trofeo que aterrizó en el Camp Nou fue la Copa del Rey de la temporada 2021-2022. Lionel Messi (35) jugó en ese entonces un rol fundamental en la extravagante plantilla que dirigía Ronald Koeman. A veces con una línea de 5… A veces con un 4-4-2. El Barça del neerlandés no gozaba de un once fijo. Era un ejercicio de prueba y error constante.
Xavi, a diferencia de Koeman, se ha caracterizado por orquestar un sistema clásico que es el fundamento del ADN culé. El 4-3-3 es la base del equipo. La columna vertebral. Tres delanteros, tres centrocampistas, cuatro defensores. Juego simple. Fútbol total. Esas ideas que potenció Johan Cruyff son palpables en la idea del catalán.
El de Terrassa centró las bases ofensivas blaugranas en Lewandowski. El polaco cumple varias funciones: es pivote, marca en las pelotas aéreas, genera espacios, etc. Sin él, Ansu Fati (20) está llamado a tomar las riendas de la zona ofensiva. Ousmane Dembélé (25) y Ferran (22) emergen como alternativas para suplir la baja del antiguo referente del Bayern Munich.
Mientras que en la delantera existen dudas sobre el papel que ejercerá el ataque, la defensa expone síntomas de estabilidad. Ronald Araujo (23) y Eric García (21) están disponibles. La última línea parece definida. El tridente del mediocampo integrado por Sergio Busquets (34), Pedri (20) y Gavi (18) es fijo, al igual que la portería, que será resguardada por Marc André Ter-Stegen (30). El alemán ejerció como el capitán culé en el derbi de nochevieja.
La defensa como punto de partida
Si en el Barcelona llueven dudas en torno al funcionamiento del frente ofensivo, en el Atlético de Madrid no escampa. El cuadro colchonero vive un momento adverso. Joao Félix (23), el chico que llegó por más de 100 millones de euros al Metropolitano, se encuentra en la rampa de salida. Incluso una cesión puede acelerar su extraña partida de la capital española.
El Atlético suele ubicarse en el campo con un 4-4-2. En el último tiempo, sin embargo, Simeone incursionó y exhibe un 3-4-2-1 con el que busca aprovechar al máximo los espacios que ofrece un rival amplio y que utiliza la posesión del balón como el Barça.
Simeone no ha edificado un sistema único en el Atlético de Madrid 2022-2023. En algunos partidos surge el doble delantero. En otros, Álvaro Morata (29) es potenciado como nueve referente.
Pese a la incertidumbre, el atacante luso hace parte de la base de Diego Simeone, que perdió en diciembre a Mateus Cunha, reciente incorporación del Wolverhampton de Julen Lopetegui.
Regresan los campeones
Los cuestionamientos que florecen en el ataque colchonero son eclipsados por la disponibilidad de Ángel Correa (27). El delantero podría regresar a la alineación titular al igual que sus compatriotas Rodrigo De Paul (28) y Nahuel Molina (24).
Los campeones del mundo regresan a LaLiga en un partido esencial. El Atlético tiene la obligación de sumar. El pésimo arranque obliga a la plantilla a remar contra la corriente y a buscar en la segunda parte de la campaña una luz que acerque los puestos de Champions.
Griezmann, el jugador diferente
Sin la figura de Lewandowski por delante, Griezmann (31) es el jugador diferente del partido. El francés choca contra un equipo en el que la pasó muy mal. Él, poco valorado, terminó por regresar al Metropolitano, que le agradece su decisión partido a partido.
La primera vuelta de Griezmann en LaLiga fue fantástica. El extremo, además, destacó en la selección francesa. Didier Deschamps modificó su rol: lo ubicó como enganche y, en algunos tramos del partido, como extremo. En el Atlético vuelve a su posición habitual y, junto con Joao Félix, es el encargado de movilizar la pelota en las transiciones de defensa ataque que tanto destacan en el ordenado sistema colchonero.
¿Lograrán Griezmann y Joao Félix resquebrajar la defensa culé? ¿Extrañará el Barcelona a Lewandowski?. ¿Ansu Fati será el líder que necesita el Barça?.
Las dudas serán resueltas el domingo en una apasionante jornada de LaLiga.