La accidentada derrota del Villa ante el Manchester United -Carabao Cup- el jueves tardó una eternidad en ponerse en marcha, pero no se necesitó tanta paciencia en la costa sur. Menos de 50 segundos estaban en el reloj cuando el pase de Emiliano Martínez invitó a presionar a Douglas Luiz, lo que le permitió a Alexis Mac Allister robar su bolsillo y encontrar la red con un remate sereno. Sin embargo, un comienzo de pesadilla no disuadió a los visitantes, y Martínez casi hizo las paces con un rastrillo de 70 yardas que habría enviado a Ings al arco, solo para que el ataque fuera sofocado por el heroico bloqueo de Levi Colwill.
Eventualmente, Villa encontró sus pies y dejó su marca después de que un movimiento hábil vio a John McGinn derribado en la caja. El portero de las Gaviotas, Robert Sánchez, metió la mano en el mediocre penalti de Ings, pero eso no fue suficiente para evitar que el equipo de Unai Emery anotara su primer gol fuera de casa en más de un mes.
Una historia de venganza se desarrolló poco después del descanso. En un espejo completo del primer gol de Brighton, Luiz le robó el balón a Mac Allister para iniciar un potente ataque de Villa que hizo que el tiro desviado de Ings pasara por encima de Sánchez, momentos después de que el cabezazo de Emiliano Buendía golpeara la madera. Los anfitriones apretaron la tuerca, pero no lograron fabricar nada claro hasta el minuto 88, cuando Colwill metió un cabezazo a quemarropa desviado de forma agonizante.
Tres puntos catapultan a Villa hasta el puesto 12 en la tabla de la Premier League, lo que representa un impulso invaluable para Emery, dado que el Liverpool y el Tottenham Hotspur esperan inmediatamente después del receso de la Copa Mundial de la FIFA. En cuanto a los Seagulls de alto vuelo, los puntos perdidos no restan valor al excelente comienzo de Roberto De Zerbi en el banquillo, ya que se mantienen por encima del Chelsea en el séptimo lugar.