Puede que la responsabilidad la atenazara, que los nervios de verse en la final de Flushing Meadows con miles de seguidores alentándola le jugaran una mala pasada. Sea como fuere, Coco Gauff inició su duelo ante Sabalenka perdiendo su saque. Mala señal.

Con la ruptura nada más comenzar, la bielorrusa se puso con un prometedor 0-2. Si pensaba que ya estaba todo hecho en esa primera manga, craso error. La estadounidense, una fuerza de la naturaleza como en su día fueron las Williams, se recompuso y recuperó el quiebre.

Pero cuando la de Florida había hecho lo más difícil, con 2-2 volvió a ceder su saque. Y luego no supo aprovechar dos bolas de break para igualar a 3. Le afectó tanto el 2-4 que Sabalenka, a pesar de sus 14 errores no forzados, se apuntó por la vía rápida el primer set (2-6) tras ganar cuatro juegos consecutivos. 

Cambio radical

Viéndose contra la espada y la pared, y animada por el público, Gauff cambió de mentalidad. Tuvo que salvar dos bolas de ruptura en el primer juego, lo que le dio más confianza. Y ya en el cuarto, se quedó con el saque de su oponente para, henchida de moral, encarrilar el set y equilibrar el marcador con 6-3.

Las finales están llenas de momentos para la épica. De oportunidades que hay que aprovechar porque, de lo contrario, el triunfo se te escapará. Lo supo la tenista local. Con la dinámica que llevaba el encuentro era ahora o nunca.

Así que apretó los dientes, se concentró aún más y barrió de la pista a Sabalenka. Cuando ésta se dio cuenta, perdía 4-0. Aún así, tuvo capacidad para no dar su brazo a torcer y seguir luchando, como la número uno de la WTA que será este lunes. Ganó los dos siguientes juegos, pero vaciló con su servicio y ahí se le fue el título. Coco Gauff se puso 5-2 y sirvió para proclamarse campeona del US Open, su primer Grand Slam. Y lo logró con un juego en blanco. Qué mejor final para la heredera de Serena Williams. 

Todas las estadísticas del Sabalenka-Gauff, en Flashscore.