La andadura de Carlos Alcaraz (19) en el Miami comienza este viernes ante el argentino Facundo Bagnis, el número 100 del mundo y al que ha ganado las tres veces que se han enfrentado anteriormente, un rival contra el que no debería tener demasiados problemas teniendo en cuenta que el murciano llega en estado de forma excepcional tras llevarse el título de Indian Wells, el primer Masters 1000 de la temporada.
El de El Palmar no tiene, a priori, un camino sencillo en Florida, puesto que sus potenciales rivales si gana en su debut ante Bagnis de segunda ronda (no juega la primera al ser cabeza de serie) podrían ser los estadounidenses Maxime Cressy (el 37 del mundo) en tercera ronda y Tommy Paul (el 19) en octavos de final, aunque también podría cruzarse con su compatriota Alejandro Davidovich si este da la campanada.
A partir de cuartos ya llegarían los pesos pesados de verdad, puesto que Alcaraz se las podría ver o con el también norteamericano Taylor Fritz o bien con el danés y compañero de generación Holger Rune, ambos top 10. Si llegase a semifinales, su contricante puede que sea Casper Ruud, cuarta raqueta del mundo aunque con el bonito recuerdo de la final del US Open, el italiano Jannick Sinner (el 11º), al que ya derrotó en Indian Wells o el siempre impredecible Andrey Rublev (séptimo de la ATP).
En el caso de llegar a la gran final, el pupilo de Juan Carlos Ferrero es posible que se tuviera que enfrentar con el griego Stefanos Tsitsipas, el número tres del mundo aunque no atraviesa su mejor momento, o dos adversarios de peso y más en una pista muy rápida como es la de Miami (aunque acabó con ambos la semana pasada) como son el canadiense Felix Auger-Aliassime, sexto del ranking, o el más difícil de todos, que es el ruso Daniil Medvedev, un especialista en este tipo de superficie, pero al que no dio ningún tipo de opción en la final de Indian Wells del pasado domingo.
El número uno está en disputa
El camino para la victoria final es complicado, como no puede ser de otra manera, pero la recompensa merecería la pena con creces puesto que levantar por segundo año consecutivo el título en Miami es la única manera que tiene Alcaraz de seguir conservando el cetro de mejor tenista del planeta el día 3 de abril, cuando se vuelva a actualizar la clasificación.
De no alzarse campeón, el joven tenista español, actualmente con 7420 puntos, perdería una cierta cantidad de los puntos que defiende, así como el primer puesto del ranking, y recuperaría el número 1 Djokovic (que cuenta con 7160) pese a que el serbio no puede jugar en Estados Unidos ante su negativa a vacunarse contra el COVID-19.