El griego, semifinalista del Masters 1000 de Roma esta temporada, que busca regularidad en tierra batida, pareció más cómodo en segunda vuelta que en su entrada en liza en el torneo, pese a tener un jugador complicado como el español, 57º mundial, que aunque no es un especialista de tierra batida, ganó el torneo ATP 250 de Marrakech a principios de abril.
Al final, el español solo pudo plantar cara a Tsitsipas en el segundo set, que perdió finalmente en el tie-break.
El griego se enfrentará en la próxima ronda al vencedor del partido entre el argentino Diego Schwartzman, 95º mundial, y el portugués Nuno Borges, 80º mundial.