"Soy una bestia", afirmaba Carlos Alcaraz, haciendo gala de su particular confianza, durante el Media Day del Mutua Madrid Open del pasado martes. Con todo eso, también dejó patente que no se encuentra al 100% a nivel físico y que será complicado defender el título que ha ganado en los dos últimos años: "Con jugar tres o cuatro partidos a buen nivel me conformo", aseguró.
Lo cierto, es que durante estos días se ha podido ver al equipo del español tratando con mucho cuidado su antebrazo para intentar que esté en las mejores condiciones de cara a su debut sobre la arcilla madrileña. Sin embargo, Carlitos no se ve favorito, como si sucedió el año pasado: "Ruud, Tsisipas y Sinner son actualmente los rivales a batir", indicó.
Ahora, ha llegado el momento de despejar la incertidumbre acerca de su verdadero estado. Lo hará en un duelo desconocido para él, contra Alexander Shevchenko, un rival al que no se ha enfrentado nunca y destaca por ser especialista sobre la tierra batida.
La puesta de largo de Alcaraz llega en la segunda ronda del Masters 1000 de Madrid, donde se coronó en 2022 y 2023. El murciano hará su puesta en escena justo un día después de que Nadal regresara a la capital como un torbellino, venciendo 6-1, 6-0 a un atemorizado Darwin Blanch de 16 años.
Tras ver el caluroso recibimiento que ofreció la Caja Mágica al balear, se espera que la acogida del número 3 del mundo esté a la misma altura. En lo deportivo, si su problemático antebrazo le responde como es debido, Carlos no debería tener demasiados problemas ante un jugador cuyo récord es de 25-32 en el circuito, frente al 170-47 del tenista local.
Tampoco hay color entre ambos contendientes en lo que a títulos se refiere. Mientras que la joya de El Palmar atesora 13 torneos ganados con sólo 20 años, el kazajo todavía no tiene ninguno a los 23.