En la pista de tierra batida donde conquistó el título ATP más importante de su carrera en 2018, con la victoria en el Estoril Open, un escenario personalizado con el mensaje "Gracias, João" y cuatro lonas elogiaban y agradecían los mayores logros del mejor tenista portugués de todos los tiempos, a lo largo de 17 años de carrera al más alto nivel.
El puesto 28 de la clasificación mundial, las 44 victorias con el equipo nacional de Copa Davis, los nueve años en el top 100 del ranking ATP, las dos participaciones en los Juegos Olímpicos (Río 2016 y Tokio 2020) y los cuatro títulos ATP (Kuala Lumpur en 2013, Valencia en 2015, Estoril Open en 2018 y Pune en 2022) volvieron a ser recordados, pero lo que realmente calentó el ambiente en las gradas casi desnudas por la coincidencia del Sporting-Benfica fue la visita sorpresa de los 3 Grandes.
En la pantalla de vídeo, el número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, saludó a su "amigo João" y sorprendió a las pocas personas que habían aguantado en una noche fría y que, tras la segunda semifinal del día, ganada por el español Pedro Martínez, se negaron a abandonar las gradas y se despidieron por última vez del hombre de Guimarães.
"Siempre he admirado su espíritu de lucha y su tenacidad, sin rendirse nunca. Es algo que siempre recordaré, al igual que el mundo del tenis. Disfruta de tu último torneo en tu país. Espero que lo disfrutes y te deseo lo mejor para el resto de tu carrera", declaró el plusmarquista de títulos de Grand Slam, con 24.
Como en los grandes escenarios del tenis mundial, Djokovic estuvo acompañado por el español Rafael Nadal, el ruso Andrey Rublev, el griego Stefanos Tsitsipas, el estadounidense Frances Tiafoe -vencido por Sousa en la final de 2018-, el noruego Casper Ruud, el francés Gaël Monfils y el retirado Roger Federer.
"Felicidades por tu increíble carrera, has hecho cosas increíbles por el tenis portugués y serás una inspiración para muchos niños en el futuro. Me gustaría felicitarte a ti, a tu familia y a todos los que han formado parte de tu carrera, que ha sido tan buena. Como amigo, me gustaría darte las gracias por todos los momentos divertidos que hemos pasado en el circuito, son inolvidables", recordó el zurdo de Manacor, con quien entrenó varias veces en Mallorca.
Completando los testimonios de los ahora excompañeros, la leyenda suiza Roger Federer derritió al público en las gradas con su sonrisa y sus elogios a João Sousa.
"Muchas felicidades de mi parte también, no sólo por tus logros en la pista, sino sobre todo fuera de ella. Siempre has sido una persona agradable de tener cerca. Eres un gran jugador, me encantaba pasar tiempo contigo dentro y fuera de la pista. Fuimos compañeros de entrenamiento, nos ayudamos mutuamente a ser mejores. Espero que disfrutes de tu jubilación. Sé que siempre es difícil (...) Ahora que tienes tiempo, puedes hacer muchas de las cosas que siempre has querido hacer, espero que podamos volver a vernos en el futuro, pero ahora mismo sólo quiero decirte que pienso en ti y quiero felicitarte por tu increíble carrera. Portugal debe estar muy orgulloso de tenerte", subrayó el suizo.
Bajo la atenta mirada de sus emocionados padres, Armando Marinho de Sousa y Adelaide Sousa, de su hermano Luís Carlos y de su amigo Vasco Palmeirim, que se encontraban en los palcos, Sousa estuvo acompañado en la pista, como siempre, por tres amigos de Barcelona (Edu Villanueva, Loic Ducourau y Georgi Rumenov), su preparador físico Marc Martí, Francisco Roig, director técnico de la BTT Tennis Academy y antiguo miembro del equipo técnico de Rafael Nadal, su entrenador habitual, Frederico Marques; su novia, Mafalda Viana; patrocinadores, João Zilhão, director del torneo; y el presidente de la Federación Portuguesa de Tenis, Vasco Costa.
"Tengo el corazón lleno. Quiero agradecer especialmente al Millennium Estoril Open esta celebración tan especial para mí, para mi familia y para mí mismo. La verdad es que el día que fui a Barcelona, con 15 años, con una mochila llena de sueños y metas, nunca imaginé que conseguiría lo que he conseguido. Siempre he creído en mi capacidad de trabajo, en la gente que siempre ha estado a mi lado, pero nunca creí que pudiera conseguir tanto en el tenis", afirmó Sousa, de 35 años.
Además de sentirse "orgulloso" de todos sus logros y de "ver que la gente lo ha disfrutado", João Sousa dice ser "uno de los pocos privilegiados en el mundo" por hacer lo que le gusta "y haber pisado los mayores escenarios del tenis mundial y recibido el cariño del público portugués en los cuatro rincones del mundo".
Tras agradecer el apoyo y el cariño recibido a lo largo de estos años, el 'conquistador' también dejó un especial y sentido agradecimiento a sus patrocinadores, al presidente de la Federación Portuguesa de Tenis, a sus amigos presentes en la ceremonia y a los miembros de su cuerpo técnico y de su familia, que han hecho de él más que el jugador que es, la persona que es. "Esto no es un adiós, es un hasta luego", prometió.