Gerard Piqué apostó por la Copa Davis a través de la empresa que preside, Kosmos, pero el novedoso proyecto desembocó en una abrupta y controvertida salida por una falta de acuerdo con la Federación Internacional de Tenis. Adquirieron los derechos allá por 2018 y se rompieron las relaciones al principio del presente 2023. Los plazos de esta vinculación, 25 años en un principio, demuestran que nada salió como se preveía un tiempo atrás.
Stan Wawrinka es uno de los jugadores que está peleando por hacer que su país siga adelante en la competición. Pese a estar en el ocaso de su carrera (tiene 38 años), se compromete con un torneo que muchas de las grandes figuras suelen evitar para centrarse en los Grand Slams o los Masters 1000. Este martes se enfrentó al francés Ugo Humbert, con el cual perdió en dos mangas (doble 6-4) tras casi una hora de juego, y tampoco pudo ganar formando pareja con Marc-Andrea Huesler (cayeron por 6-2 y 6-2 frente a Nicolas Mahut y Edouard Roger-Vasselin.
El veterano jugador le dio las gracias a Piqué, con un claro tono irónico, por la baja asistencia. Añadió un vídeo y mencionó también a la IFT. El ex del Barcelona contestó unas horas más tarde y le recordó que la sociedad que dirige ya no la organiza. Lo emplazó a referirse a la citada institución y, de paso, añadió una imagen correspondiente a la edición del pasado 2022, cuando la Davis congregó a 113.268 en las diferentes sedes (Hamburgo, Valencia, Bolonia y Glasgow).
Wawrinka volvió a responder y recordó lo explicado en el párrafo inicial, la prueba más evidente de que el matrimonio se rompió muy pronto: "¡Después de un mal día en la cancha, esto al menos me hizo reír! Sería genial entender mejor que si fue un éxito el año pasado, por qué el acuerdo de 25 años terminó después de cinco". Esta es la última crítica de las muchas que ha recibido el campeón del mundo con España durante este -excesivamente corto- periodo.