Carlos Alcaraz tiene una misión clara y no se aparta de ella sea quien sea quien quiera imponerse en su camino. En semifinales lo intentó frenar Daniel Evans, pero fue tal la intensidad que le puso el español que apenas pudo oponer resistencia y ganar dos de sus saques. 

El número 2 del mundo rompió el servicio en el cuarto juego del encuentro para ponerse con 3-1 y servicio. Consiguió el 4-1, aunque con alguna dificultad después de desaprovechar un 40-15 e incluso darle a su rival una bola de break. No la aprovechó el británico, aunque eso le dio ánimos para ganar el siguiente juego sacando. 

Pero Alcaraz ya estaba en modo rodillo, se puso 5-2 y dos bolas de set al resto para llevarse la manga inicial. A la primera se fue a la red y ahí firmó ese 6-2 que le acercaba a la final del Godó.  

En el segundo, si bien Evans pareció subir sus prestaciones, muy pronto se dio cuenta de que también lo había hecho el murciano. Pegando éste con su derecha cada vez más y mejor, puso tierra de por medio con un contundente 3-0. La presión a la que Alcaraz sometía a su oponente era tal que terminó rompiéndole de nuevo el saque para colocar el 4-0 y servicio.

Viéndose tan superior, el tenista español se relajó en exceso y concedió dos bolas de ruptura. Salvó una pero no la segunda para que desapareciera así el rosco del marcador. Se animó con ese punto el de Birmingham y mantuvo su servicio para dibujar un 4-2. Hasta sonreía y todo cuando se vio con 15-30 al resto, cerca del 4-3, pero Alcaraz se recompuso para júbilo de la grada barcelonesa. 

Sólo le quedaba rematar un juego para citarse con Tsitsipas en la final. Y no esperó más. Volvió a romper el servicio de Evans para llevarse el set por 6-2 y el partido por un doble 6-2 en una hora y 27 minutos. 

Todos los detalles del Alcaraz-Evans, en Flashscore.