Los Celtics querían demostrar que el fantástico final de temporada anterior, donde llegaron a la final de la NBA, no fue un espejismo y comenzaron el curso baloncestístico 2022-2023 con una solvente victoria ante otro de los cocos del este: los Sixers.
La que podría perfectamente ser la próxima final de conferencia (no es casualidad que la NBA, siempre atenta a qué partidos elegir en fechas clave, decidiera que este fuera el partido inaugural) no decepcionó porque ambos equipos mostraron sus cartas y su intensidad desde el minuto uno.
Un gran tercer cuarto (35-25) del equipo entrenado por Joe Mazzulla tras la suspensión por un año de Ime Udoka decidió un choque en el que por haber, hubo hasta el primer amago de tangana de la campaña protagonizada por Marcus Smart, premiado como el mejor defensor de la 21-22, y Joel Embiid.
Jaylen Brown, con 35 puntos, tres rebotes, dos asistencias y dos robos de balón, y Jayson Tatum (35-12-4) quisieron demostrar que son una de las mejores parejas de la liga ante otra de las candidatas a este honor como es la formada por James Harden (35-8-7) y el propio Embiid (26-15-5).
La profundidad del banquillo fue la clave para que el triunfo se quedara en Massachusetts puesto que, mientras que los reservas de los Celtics, con el nuevo fichaje Malcolm Brogdon a la cabeza, anotaron 34 puntos, los de Doc Rivers solo pudieron contribuir con 11.
Los verdes, de este modo, honraron de la mejor manera la memoria de Bill Russell, su máxima estrella histórica que falleció el pasado 31 de julio a los 88 años y por quien hubo un emotivo homenaje antes del partido.
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