Karim Benzema fue protagonista en el empate del Real Madrid contra Osasuna, pero esta vez por su mala actuación. El galo estuvo lejos de su mejor versión, en parte porque reaparecía tras lesión, y tampoco aprovechó la gran oportunidad que tuvo desde los once metros para conseguir superar a Sergio Herrera, que mantiene su imbatibilidad en ese particular duelo con el delantero.

Corría el minuto 78 cuando David García, superado por el atacante francés, decidió empujarle para que no pudiera rematar a placer. Roja para el central y penalti para los blancos. Era, salvo sorpresa mayúscula, el gol que iba a dar los tres puntos. En la habitual batalla psicológica previa al lanzamiento, Herrera se mantuvo activo, señalándole al oponente por dónde debía lanzar. Y le hizo caso Benzema, pero su disparo se marchó al travesaño. Fue un golpeo un tanto extraño porque tampoco iba hacia la escuadra.

Que el vigente pichichi de LaLiga Santander falle una pena máxima ante el guardameta de Miranda del Ebro no es precisamente una anomalía: basta con echar la vista a la pasada temporada. El papel del arquero fue más activo porque se encargó, con sus manos, de que el balón tocara la red. Pese al 1-3 del Real Madrid en El Sadar, el internacional con Francia desperdició dos oportunidades desde los once metros. Y este domingo, otra vez, con Sergio Herrera enfrente, Karim falló.

Confianza en Benzema

El porcentaje de acierto desde el punto de penalti se ha reducido un poco en los últimos meses: más allá de esas dos acciones comentadas, Benzema también erró contra Badía (23 de enero) y Dituro (2 de abril). Pese a ello, Carlo Ancelotti lo dejó claro en la rueda de prensa posterior al choque: "Pensé cambiar el lanzador, pero Karim tiró los dos penaltis más importantes de la temporada pasada. Es el mejor lanzador que tenemos."