Osasuna está siendo uno de los equipos revelación del campeonato liguero, no en vano se encuentra en la séptima posición en la tabla y eso no es casualidad. Tampoco lo es que sea el cuarto equipo menos goleado, y esa gran labor defensiva ha sido la que ha privado al Real Madrid de seguir líder una semana más. Los de Jagoba Arrasate han minimizado el ataque de un equipo, el blanco, que sumaba sus nueve partidos por victorias en la temporada 2022/2023.
Tampoco ha ayudado el juego de los de Carlo Ancelotti, que deberían haberse fijado en el partido trampa del Barça en Mallorca y cómo los culés tiraron de efectividad para conseguir los tres puntos en los siempre complicados encuentros tras los parones de selecciones.
La idea inicial de ambos equipos era clara: tratar de buscarle las cosquillas a su rival atacando por la banda izquierda, lo que es habitual en los partidos del Real Madrid, con Vinícius Jr. (22) siendo la referencia en ataque y Dani Carvajal como diana de los escarceos ofensivos rivales. Esto dejó dos duelos principalmente: Vinícius – Nacho Vidal y Abde – Carvajal.
El Real Madrid comenzó el choque a medio gas, con el control del balón pero lento y sin ocasiones. No así Osasuna, que en la primera media hora fue el equipo que dispuso de las mejores oportunidades, especialmente por parte de un Abde que estuvo cerca del gol con dos tiros desde dentro del área que se le marcharon fuera por poco.
Mediada la primera mitad se produjo un susto que nada tuvo que ver con lo deportivo. El colegiado Cuadra Fernández se vio obligado a detener momentáneamente el encuentro para que miembros de la Cruz Roja subieran a la grada del Bernabéu a atender a un aficionado, lo que recordó a la tragedia que estuvo a punto de ocurrir durante el Cádiz – Barcelona de hace unas semanas. Por suerte, el asunto no fue a más y el partido pudo continuar con normalidad.
La gasolina visitante pareció acabarse a diez minutos para el descanso y los blancos comenzaron a entonarse. Benzema (34), tras una genial acción individual de Vinícius, estuvo a punto de marcar un golazo de volea que habría recordado a uno que ya le marcó al propio Osasuna en El Sadar en la temporada 2011/2012, pero el balón salió fuera por escasos centímetros.
De un posible golazo se pasó a un gol afortunado. Vinícius centró desde la banda izquierda, pero no encontró a ningún compañero y el esférico se coló en la portería defendida por Sergio Herrera. Arrasate pidió un posible fuera de juego de Antonio Rüdiger, que estando en posición antirreglamentaria estiró el pie, pero ni el árbitro ni el VAR consideraron que interfiriera en el guardameta ni le obstruyera su campo de visión, por lo que los merengues se fueron por delante al descanso.
Tras los 15 minutos de pausa, Osasuna recargó las pilas y le recordó a su rival que no tenía pensado ser una comparsa. Así, al poco de reanudarse el choque, Unai García centró desde la derecha y Kike (32), de cabeza, peinó el balón de espaldas para meter un gran gol por la escuadra de un Andriy Lunin, titular por la baja de última hora de Thibaut Courtois, que se estiró pero no pudo parar el remate. Quizás el ucraniano se encontraba ligeramente adelantado y por eso no pudo salvar a su equipo del tanto rojillo. Los merengues volvieron a encajar gol por séptimo partido consecutivo en el arranque liguero, su peor racha en este sentido desde la temporada 1999/2000, cuando recibieron al menos un gol en sus primeros 18 partidos en el campeonato nacional.
El Real Madrid quedó noqueado y el propio Kike tuvo el 1-2 poco después, pero disparó mal y Ancelotti pensó que había llegado el momento de agitar el avispero: Valverde entró por Tchouaméni y Camavinga por Ceballos. Esos cambios, sumados a los de Militao y Asensio por Mendy y Kroos, le dieron vida a los locales, que a partir de ese momento pasaron a asediar el área de Osasuna con el deseo de no perder su impoluta racha de victorias.
Si en la primera parte hubo polémica, no iba a ser distinto en la segunda. En el minuto 76, Camavinga colgó un balón al área y Benzema lo controló con el pecho. Cuando se disponía a rematar a placer, David García le derribó con un empujón que el colegiado, en un principio, no vio. El VAR, sin embargo, le llamó para que observara el lance en la pantalla, lo que le hizo cambiar de opinión y señalar penalti. Al ser una ocasión manifiesta de gol sin opción de disputar el balón, el defensor rojillo fue expulsado. Pero no está siendo ni mucho menos el mejor inicio de temporada para Benzema, que regresaba al césped tras casi un mes de lesión y que tan solo lleva cuatro goles (tres en LaLiga) en la 22/23. El francés falló la pena máxima disparando al larguero, posiblemente con el recuerdo de las dos que también erró el curso pasado en Pamplona. Las dudas e inseguridades son lo peor para el rendimiento de un deportista.
No sería la última vez que intervendría el VAR. En el minuto 81, esta vez sí, el nueve madridista marcó gol tras un pase de Rodrygo, pero se encontraba ligeramente adelantado y el empate se mantuvo hasta el final pese a los balones colgados al área a la desesperada de los de Ancelotti, que incluso introdujo a Mariano como último recurso.
De este modo, el Real Madrid queda segundo con los mismos puntos, 19, que el Barcelona, pero por detrás de los catalanes debido a la peor diferencia de goles. No se moverán los blancos de la capital española, puesto que el miércoles recibirán en Champions al Shakhtar y el sábado jugarán la jornada 8 de LaLiga en Getafe. Por su parte, Osasuna confirma con este empate que va por buen camino y es séptimo con 13 puntos. Los navarros buscarán prolongar su buen estado de forma cuando reciban al Valencia la próxima jornada liguera.
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