La etapa de Isco (30) en el Ramón Sánchez Pizjuán tiene un final a la vista. El jugador firmó con el conjunto andaluz en verano. Llegó en condición de agente libre. Ilusionó a la hinchada nervionense y, cuatro meses más tarde, se marcha sin pena ni gloria. Sin títulos y con un Sevilla en las posiciones de descenso.
Una presunta discusión con Monchi, al parecer, ha sido el detonante. Isco aterrizó en el equipo hispalense con un contrato bajo. Su sueldo no era tan alto como el que percibía como integrante de la plantilla del Real Madrid. La ficha, sin embargo, ascendía a un valor importante acorde a el cumplimiento de unos objetivos.
En este punto de la temporada, el Sevilla no cuenta con ningún objetivo cumplido. Es más, el gran foco de la escuadra es el mantener la categoría. El pésimo arranque liguero impulsó a la directiva a cesar a Julen Lopetegui. El entrenador vasco, acérrimo defensor de Isco, recaló en el Wolverhampton. Su salida supuso un duro golpe para el centrocampista, que encontró su mejor versión bajo la tutela del antiguo director técnico del Oporto.
Isco no dio con el ritmo esperado. Ni con Lopetegui, ni con Jorge Sampaoli. El entrenador argentino, de hecho, ha entregado en la jornada de este martes unas declaraciones en la antesala de la Copa del Rey.
Sampaoli no ha intervenido en la aparente salida de Isco del club. Él, como dt, ha dejado clara su posición y ha especificado que el centrocampista “no ha encajado” en su sistema de juego.
“Es una situación que no me involucra a mí. Mi función como entrenador es ver qué jugadores tengo disponibles y trabajar con ellos. Isco tiene una capacidad bien marcada por su carrera. La decisión de quién se queda o quién se va es una cuestión de club, no del entrenador. Yo me encasillo en los jugadores que tengo y que lleguen de la mejor manera. Isco no ha jugado en los amistosos porque en los últimos tiempos no ha estado como el resto de los jugadores”, dijo.
El Sevilla se enfrentará al Juventud Torremolinos en la segunda ronda de la Copa del Rey el miércoles. El club hispalense retomará el viernes 30 de enero su actividad en LaLiga cuando mida fuerzas con el Celta en Balaídos.