Corren malos tiempos en los dominios de Monchi, el aclamado en varias ocasiones por muchos expertos como el mejor director deportivo del mundo. Sin embargo, esa calificación es difícil de sostener después de la planificación para esta temporada. Falló en la continuidad del entrenador, el nuevo tampoco da resultado y para colmo, algunos de sus fichajes, que vinieron con la carta de libertad pero con sueldos altísimos, no están dando el nivel.
Normal, pues, que el Sevilla se encuentre en posición de descenso, antepenúltimo en la clasificación, y con la afición de uñas con el equipo, con la directiva y, por supuesto, con el propio Monchi.
Toca reinventarse y lo primero es soltar lastre, quitarse de en medio los salarios inasumibles y vender lo que se pueda, a ser posible caro. Pero no es fácil.
En el lado positivo están los casos de Bono (31) y de En-Nesyri (25). Ambos marroquíes se han revalorizado en el Mundial de Catar y su venta paliaría, y mucho, el déficit económico acumulado en el último lustro. Pero hay que encontrar compradores dispuestos a pagar los millones que necesita el club andaluz.
Y si difícil es colocar a los 'buenos', hay que imaginarse cómo será intentar sacar a los que no dan el nivel esperado. Ahí, el primero de la lista es Isco. El exmadridista, según algunos medios, tuvo una fuerte discusión esta semana con Monchi, un encontronazo que no es el primero que tienen. La destitución de Lopetegui, entrenador por el que Isco fichó por el Sevilla, le sentó tan mal al jugador que, desde entonces, su nivel ha bajado muchos enteros. Se le achaca también falta de implicación. Sampaoli ni lo ha alineado en los dos amistosos disputados durante el Mundial y este martes, por ejemplo, se ha retirado del entrenamiento a los diez minutos de empezar por unas molestias en un tobillo.
No es la única oveja negra para la dirección deportiva. Papu Gómez es otro que ha tenido algún episodio conflictivo como marcharse del estadio mientras el equipo jugaba. Ya se le llamó la atención, pero ni por esas se ha arrepentido el internacional argentino, cuyo sueldo es de los más altos de la plantilla.
Dos que llegaron este verano, Dolberg y Januzaj, tampoco han mostrado un rendimiento acorde a su fama. El danés lleva años de capa caída y se ha hablado con el Niza para rescindir la cesión, pero no ha habido acuerdo aún. Por lo que respecta al extremo belga, llegó libre tras no renovar con la Real Sociedad, pero en su puesto hay mucha competencia y cuando ha jugado para nada recordaba al del cuadro donostiarra.
Trabajo por delante, muy desagradable, el que tiene Monchi por delante para sacar adelante al Sevilla y, de paso, recuperar su imagen como director deportivo.