Habían tenido sus más y sus menos, algún pique verbal -trash talking que se le llama- y algún encontronazo físico, pero nunca había llegado al extremo de una agresión de semejante calado como la que propinó Draymond Green a su compañero Jordan Poole.
Se había filtrado que había sido un puñetazo, pero una cosa son las palabras y otras los hechos. Y estos han visto la luz justo el día en el que el polémico Green, que ya ha protagonizado varios enfrentamientos con otros compañeros en el pasado, ha pedido disculpas al vestuario y a la organización, según desveló el Mánager General, Bob Myers.
Ha sido TMZ el canal que ha sacado a la luz el vídeo en el que, después de que Green se encarase a Poole en el fondo de la pista y este le empujase, propina un salvaje e inesperado puñetazo que tira al escolta contra la pared.
Green se encuentra ahora a la espera de una sanción que, en principio y puede que por su importancia en el juego de los Warriors, no le va a suponer ninguna sanción de partidos. Le tocarán el bolsillo, y mucho. De eso sí que no hay duda.