No es la primera vez que ha tenido que superar un enorme obstáculo como el de romperse la rodilla, pero la sensación de volver a disfrutar de un partido oficial es como la de un niño con consola nueva. Así estaba Ricky, como comentó a la ESPN tras la victoria de sus Cavaliers ante los Blazers.
"Había muchas emociones. He trabajado duro todo este año pasado para estar sano, pero no sólo para volver hoy sino para tener una temporada sólida. Estoy agradecido por jugar de nuevo a baloncesto, al deporte que amo", explicó.
Sus compañeros estaban casi igual de entusiasmados ante su vuelta. Como Donovan Mitchell (26), quien coincidió con él en Utah en su año de rookie. "No podía dejar de sonreír", contó el escolta, quien añadió. "Es un momento de cerrar un círculo. Es genial verle ahí después de una lesión tan grave. Y además liderando el ataque, metiendo dos grandes triples para nosotros".
Una opinión que comparte su técnico, J.B. Bickerstaff. "Ha sido impresionante, ver el tiempo que ha invertido para volver, su trabajo. Y luego mete dos triples que nos ayudan a asentarnos. A sus compañeros les encanta tenerlo de vuelta".
Tanto que le dedicaron una camiseta con el lema "los caminos difíciles llevan a destinos bonitos" que el propio Ricky Rubio ha publicado en alguna que otra ocasión en sus redes.