Ricky Rubio lleva sin competir desde el 29 de diciembre de 2021 y va a superar los 365 días sin poder disfrutar del balonesto. Se lesionó en lo que parecía un partido más, frente a New Orleans Pelicans (derrota por 108-104), y en el cual además estaba ofreciendo un gran rendimiento. De hecho, dado que disputó 36 minutos y 46 segundos, le dio tiempo a completar una fantástica actuación (27 puntos, 13 rebotes y nueve asistencias). Fue, sin lugar a dudas, una de sus mejores actuaciones de ese curso que tan pronto despidió.
Durante todo este tiempo, el ex de Joventut o Barcelona ha tenido que trabajar en la sombra y ver a sus compañeros desde la grada, deseoso de poner fin a un calvario esperado ya desde prácticamente el momento de conocer el diagnóstico exacto tras la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. El tiempo de baja era de entre 10 y 12 meses, así que, en el mejor de los casos, iba a poder volver a finales de este 2022, algo que finalmente no sucederá.
El propio entrenador de los Cavaliers, John-Blair Bickerstaff, explicó en rueda de prensa cuál es la situación de Ricky, al que no espera para el último partido del año, aunque indicó que va por el camino correcto. A partir de ahí son varios los escenarios que hay: Chicago Bulls (los días 1 y 3 de enero), Phoenix Suns (el 5 o el 9 del próximo mes), Denver Nuggets entre estos dos últimos (el 7), Utah Jazz (11), Portland Trail Blazers (13) o incluso Minnesota Timberwolves (15). De los seis mencionados, ha jugado en tres de ellos.
Sin 'reencuentro' con Indiana
Ricky Rubio no estará contra los Pacers, otro de los equipos a los que ha pertenecido. Sin embargo, tan solo duró unos cuantos meses y ni siquiera llegó a debutar porque este traspaso se dio mientras se recuperaba de la mencionada lesión. En julio de 2021 salió de Minnesota y llegó a Cleveland, de ahí pasó a Indiana en febrero de 2022 y en el primer día del séptimo mes del año regresó a los Cavaliers. Y hasta ahora.