El Barcelona logró el triunfo contra el Valencia en un partido que tuvo de todo. Ronald Araujo tuvo que sacrificarse después de un fallo de Jules Koundé y los azulgranas resistieron en inferioridad numérica. Tampoco es que pusieran muchas dificultades los visitantes, penúltimos en la clasificación y tan solo por delante de un Elche que insiste, con bastante épica en Mallorca, en no descender a Segunda antes de que empiece la primavera. En cualquiera caso, salvar la categoría es casi un milagro porque suman doce puntos y tienen trece menos que el Sevilla, que sorprendentemente marca la permanencia en el 17º puesto.
Los del Turia lo tienen mucho más sencillo para mantenerse en Primera, pero la visita al Camp Nou evidenció de nuevo todos los problemas que tiene un equipo indolente y liderado por un entrenador sin experiencia en la élite -más allá de su larga trayectoria como jugador-. Ferran Torres dejó con vida a su antiguo club al no marcar desde los once metros, aunque no lo aprovecharon sus antiguos compañeros (los que quedan). Raphinha se reivindicó una vez más y, ante tanta ausencia por lesiones y sanciones, pasó a convertirse en el delantero más en forma de la plantilla culé actualmente.
Cumplieron los catalanes en el Camp Nou, quizá con menos fútbol del que siempre demandan los aficionados, y sacaron un resultado que ya hubiese firmado el Real Madrid en el Benito Villamarín. El conjunto blanco volvió a poner en evidencia su mal rendimiento a nivel ofensivo, justificado por la crisis de cara a portería que sufren tanto Vinicius Júnior como Karim Benzema, aunque Carlo Ancelotti no quiso señalar a ningún futbolista en la rueda de prensa posterior al choque. Lo cierto es que Claudio Bravo tuvo un papel importante, pero no mucho más que Thibaut Courtois, cuyas intervenciones permitieron el 0-0 final.
La gran goleada de la jornada la protagonizó el Atlético de Madrid, algo cuanto menos noticiable porque los rojiblancos no acostumbran a vencer con tanta diferencia en el marcador. Triunfo aplastante frente al equipo hispalense con un 6-1 que deja muy tocado a Jorge Sampaoli, incapaz de mejorar el rendimiento de una plantilla reforzada en invierno. Antoine Griezmann y Memphis Depay, ambos titulares, estuvieron a un gran nivel; Álvaro Morata salió desde el banquillo para anotar un doblete en el partido 613 de Diego Pablo Simeone, que superó a Luis Aragonés y ya es el técnico con mas participaciones en la historia del club.
JUGADOR DE LA JORNADA 24
Depay marcó dos goles (lleva ya tres en total) en su primera vez como titular con la camiseta del Atleti. Era una de las principales reclamaciones que se le hacían al técnico argentino, que lo ha utilizado más como revulsivo en sus primeras apariciones. Ha tenido que esperar hasta marzo para formar parte de un once, pero seguramente no vaya a ser la última vez porque respondió a la confianza depositada con una fantástica actuación. Fue el encargado de encarrilar el triunfo, si bien Youssef En-Nesyri dio algo de esperanzas a los suyos justo antes de llegar al tiempo de descanso. Lo que ocurrió después, en la segunda mitad, es historia.
EL MEJOR GOL
Volvemos al Cívitas Metropolitano porque Griezmann estrenó el marcador en la segunda parte con un golpeo espectacular desde fuera del área que se coló por la escuadra derecha de la portería defendida por Yassine Bono. Zapatazo tremendo para competir con el gol que marcó minutos antes su compañero Memphis -el segundo en concreto-. El francés sigue actuando como líder ofensivo de un equipo que ha mejorado sus resultados en el presente 2023 y está muy bien posicionado para competir en la Champions League la próxima temporada... en principio con Simeone a los mandos.
