El cuadro principal del Open 6e Sens - Métropole de Lyon ya solo tiene a una española, Rebeka Masarova, de las cuatro que estaban inscritas al principio de la semana. Este martes jugaba su partido correspondiente a la primera ronda Nuria Párrizas, que había comenzado 2023 con muy buenas sensaciones y en un buen momento de forma al haber llegado a octavos de final en el torneo de Hobart y los dieciseisavos en el primer Grand Slam de la temporada, el Abierto de Australia.
La granadina, número 75 del mundo, se medía a Anna Bondar, tan solo tres puestos por encima de ella el ranking de la WTA, por lo que se esperaba un partido igualado como también atestiguaba el empate a una victoria en los enfrentamientos previos entre ambas tenistas.
Y así fue, como refleja el 6-4 y 6-4 final tras una hora y 44 minutos de encuentro en el que la española no pudo convertir ninguna de las siete bolas de break de las que dispuso. Su contrincante húngara sí estuvo mucho más efectiva en esta faceta y, para más inri, en los momentos clave de cada set, puesto que logró sus dos únicas roturas en el último juego de cada parcial cuando restaba con 5-4 a su favor, por lo que esta mayor capacidad de ejecución hizo que se clasificara a segunda ronda dejando en el camino a Párrizas.
Solo queda en pie Masarova
De este modo, y con las derrotas tanto de Marina Bassols como de Garbiñe Muguruza en la jornada del lunes, solo queda la número 100 del mundo, Masarova, que todavía no ha debutado en el torneo francés. Lo hará este miércoles y tampoco será una tarea sencilla, ya que se las verá con la italiana Jasmine Paolini (la 66 de la clasificación mundial), que ya la derrotó a finales de octubre de 2022 en el único partido en el que se han medido hasta la fecha.