La de Mikel Oyarzábal, estrella y capitán de la Real Sociedad, es una carrera de fondo en la que, después de todo lo recorrido, tiene que esprintar en la recta de meta para ganar. No le vale otro resultado. Sólo así, una vez restablecido de su rotura del cruzado de su rodilla izquierda, y habiendo probado que puede jugar sin problemas, Luis Enrique contaría con él para Catar.
No es sólo el alta médica lo que necesita Oyarzábal sino también el alta competitiva. De ahí la importancia de haberse entrenado con sus compañeros de equipo este martes. Ha sido una primera toma de contacto grupal, unos pocos ejercicios, pero a él le habrá sabido a gloria volver a estar sobre el césped y con balón.
Han pasado 201 desde que se lesionó el pasado 17 de marzo. Una semana después fue operado y desde entonces ha proseguido en silencio su rehabilitación. El Mundial para España comienza el 23 de noviembre, por lo que las fechas están muy ajustadas.
Los más optimistas hablan de una posible vuelta a jugar un partido para mediados de ese mes, es decir, una semana antes de Catar. Difícil, pero no imposible.