OPINIÓN | Ni palancas ni Negreira, el Barça se queda sin trucos para ganar en Europa

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OPINIÓN | Ni palancas ni Negreira, el Barça se queda sin trucos para ganar en Europa

Robert Lewandowski se lamenta tras la última eliminación del Barça en la UEL
Robert Lewandowski se lamenta tras la última eliminación del Barça en la UELAFP
Un pobre FC Barcelona vio cómo el Manchester United le remontaba en Old Trafford para dejarle fuera, por segundo año consecutivo, de la Europa League. Sorprende que, lejos del abrigo de aquellos que le permiten ejecutar controvertidas maniobras de ingeniería financiera y tratos de dudosa moral con el estamento arbitral, las prestaciones del equipo desciendan a cotas inesperadamente bajas.

Para un club de la envergadura del FC Barcelona, caer en la fase de grupos de la Champions League para más adelante ser eliminado en los cuartos de final de la UEL raya en el ridículo. Que la historia se repita un año después y, encima, despidiéndose de la segunda competición continental en dieciseisavos tras un millonario gasto en fichajes, alcanza la categoría de fracaso histórico.

La crisis es aún más profunda cuando en ese tiempo tu eterno rival ha levantado su 14ª orejona y conquistado Anfield, una de las grandes plazas del mundo, con una exhibición de ‘fútbol champagne’ inolvidable. Resulta curioso que este Barça hundido le saque ocho puntos en LaLiga a la plantilla que domina en el mejor torneo de clubes del planeta.

O tal vez no sea tan sorprendente. Los catalanes están encabezando una competición que le ha permitido fichar a la carta sin tener en cuenta su grave agujero económico. Si después de las numerosas palancas que se les ha permitido activar no ganan ningún título, a Javier Tebas se le pondría la cara colorada y no es un tipo al que le guste pasar vergüenza.

Por otro lado se encuentran las buenas relaciones, por así decirlo, que ha forjado la entidad blaugrana con el estamento arbitral a lo largo de los años. Las pruebas son de dominio público y siete millones de euros garantizan muchos años de placer. Por tanto, un mal mes de enero del Real Madrid y contar con una red de seguridad en los momentos de dificultad, les tiene encabezando cómodamente LaLiga española.

Son felices en territorio nacional, pero al Barça se le hace de noche cuando sale para jugar en Europa. Se les ha perdido el respeto y su grandeza se ha visto reducida a mínimos absurdos. Sin la calidad que les hizo reinar con Guardiola y carentes de los Ovrebo, De Bleeckere, Busacca o Stark de turno, se muestran incapaces de sacar buenos resultados. Los trucos se han quedado sin alcance y la crisis sigue empeorando.