Durante mucho tiempo, incluso en varios tramos de la pasada campaña en la que fue determinante para levantar la decimocuarta, a Eder Militao se le achacó que desconectaba en ciertos partidos y pasaba en un momento de ser infranqueable a tener unas lagunas terribles en su juego.
Eso penalizaba mucho al Real Madrid, pero tras volver del Mundial el brasileño es otro. Parece haber trabajado en el terreno de la concentración en el que tanto insiste Carlo Ancelotti (63) y es el líder indiscutible de la zaga merengue tras haber tenido que asumir el mando por las numerosas lesiones de David Alaba (30).
El ‘3’ blanco tiene todas las cualidades con las que necesita contar un futbolista en su posición para marcar una época. Es fuerte, rápido, contundente y muy inteligente en la anticipación. Además de todo ello, lo que le distingue del resto es la calidad que atesora para sacar la pelota jugada y avanzar con ella conduciendo si es necesario. Su 90% de acierto en el pase frente al Liverpool da buena fe de ello.
En Anfield, una plaza histórica en Europa demostró que ya es el jefe en la retaguardia del 14 veces campeón de la Champions. Salvo en el primer gol, en el que tal vez andaba algo perdido, secó a los atacantes del Liverpool con una autoridad insultante, ganando muchos de sus duelos terrestres y siendo providencial al corte.
Nos resulta difícil encontrar a otro central en este momento que cuente con el estado de forma y las habilidades de Eder Militao. Posiblemente no lo haya. Y solo tiene 25 años. El futuro de la defensa del Real Madrid está en buenas manos.