El negro y el blanco son los dos colores que definen a la Argentina. No existe un espacio para los grises. O quieres u odias. Exhibir simpatía en la mañana y transformarte en un ápice lleno de crueldad no es posible. Lionel Messi (35), es un ejemplo que expone la anterior sentencia. Antes del triunfo contra Francia, algunos argentinos aún dudaban sobre sus capacidades. Le llamaban pecho frío. Recordaban con fervor al Diego y, de paso, cuestionaban el liderazgo del rosarino.
Le querían o le acribillaban. La crueldad se apoderaba de sus corazones. 30 años sin títulos es demasiado tiempo para un país que, sin lugar a dudas, es una de las grandes potencias de una región marcada por la desigualdad.
Hoy, 19 de diciembre, sobran las palabras. Messi, además de ganar el Mundial, obtuvo el logro más grande en su carrera profesional: unió a todos los argentinos. Así como Diego en el 86. Las calles de Buenos Aires se llenaron de fanáticos. Las lágrimas, los grítos, la pasión. Han sido 15 años en donde él ha tenido que pasar por derrotas terribles.
Las dos finales perdidas ante Chile (en una él falló un penalti decisivo)
La definición de Brasil 2014 en Alemania.
El fútbol era cruel con Messi. El mejor jugador del siglo XXl tenía una mancha enorme en su carrera. El Mundial. Con Catar finalizado, los puntos negros se han borrado por completo. Messi ha trascendido. Está al nivel de Maradona. Por primera vez, todos los argentinos corean su nombre. Sin excusas. Sin críticas. Sin personas como Martín Libermann que aún le machacan por su papel en la albiceleste.
Quizás algún madridista dolido por la eliminación de Cristiano Ronaldo seguirá con la defensa del portugués y sostendrá que él es el dominador del XXl y hasta de la Historia. Sin embargo, la realidad es innegable. Ronaldo aún divide a los lusos. Una amplia fracción, de hecho, no apoyó su titularidad en Catar. En Argentina, después de aquel "Qué mirás bobo" contra Holanda, Messi dilapidó a aquellos que solicitaban su suplencia.
Lo único que queda es pedirle al fútbol que nos permita disfrutar de Messi por más años. Llegará el momento de su retiro y, cuando eso ocurra, saldrá a flor de piel un vacío que nada ni nadie podrá llenar. Mbappé es un crack. Posiblemente es el legítimo heredero al trono. Pero como Messi no nacerá otro jugador ni en este siglo ni en la Historia.
Repite conmigo.
¡La Argentina es Campeona del Mundo!.
Repite conmigo
¡Lionel Messi es el mejor jugador de la Historia!