Pepa Senante se inició en el baloncesto cuando era joven, en el Colegio Jesús y María de Madrid, y posteriormente fue una de las más destacadas en el histórico CREFF de la capital, con el cual se proclamó campeona de Liga y en el que jugó hasta 1972, cuando decidió retirarse. No había llegado a los 30 años de edad, pero eran otros tiempos en todos los sentidos. La carrera de cualquier deportista era mucho más corta.
Senante formó parte del primer grupo que representó a España (en 1963). Junto a ella: Mabel Martínez, Isabel Gómez de Frutos, Antonia Gimeno, Mari Cruz Hurtado de Mendoza, Teresa Pérez Villota, Montserrat Bobé, María Luisa Rosales, Angelines Gómez, Margarita Tamayo, Isabel Díez de Lastra y Luisa Puentes. En el segundo de los dos partidos de la historia de la selección femenina, hizo las funciones de capitana.
En ese reportaje audiovisual que hizo la Federación Española de Baloncesto en 2014, la madrileña explicó lo que ocurrió en esos años: "Lo primero, la emoción. Te dicen que estás seleccionada, nos vamos a Barcelona y jugamos allí contra Suiza en un partido que perdimos. Creo que el segundo sí lo ganamos", decía al arrancar. "Costaba mucho el deporte femenino en aquella época", remarcaba más adelante.
Sus compañeras también repasaron lo que fue representar al país en una coyuntura atípica porque nunca antes lo habían hecho otras mujeres. Hurtado recordaba también que, al ser internacionales, contaban con un carnet para entrar gratis a los campos de baloncesto, pero luego llegaban allí y no podían acceder al pabellón. Teresa Pérez, por su parte, lo describía también con nostalgia porque fue una época "muy bonita", algo en lo que coincidía Angelines porque defender a España es "la ilusión de todo deportista".