Prolongar la fiesta. Eso es lo que han hecho este martes los Golden State Warriors. Los actuales campeones de la NBA han iniciado su curso en la temporada 2022-2023 con una abultada victoria (123-109) sobre Los Ángeles Lakers.
El equipo de LA tiene mucho trabajo por delante. Quizás, el único consuelo que le resta a los Lakers es que han cedido terreno frente al que es, en la medida de lo posible, el mejor equipo del la competición. Los Golden State Warriors se posicionan como el claro favorito para dar la vuelta olímpica al cierre de la campaña. Su nómina, su técnico y sus variantes son algunos de los puntos que les han transformado en una estructura sólida.
El partido de este martes, que se ha disputado en la Bahía de San Francisco, ha sido "equilibrado" hasta el descanso. En ese punto (52-59), Los Lakers habían peleado-más con emotividad que con orden- contra un equipo que, desde el arranque, hizo gala de las virtudes que todo campeón refleja.
El impulso anímico de los Lakers se ha venido abajo tan sólo cinco minutos después del respiro. Los Warriors, que disfrutaron de una enorme versión de Thompson Klay (32), han aprovechado los siete puntos que consiguió el escolta norteamericano y, a base de transiciones- una de las marcas de la casa- han puesto tierra de por medio.
Un triplete de JaMychal Green (32), otro de Stephen Curry (34) y la combinación entre Jordan Poole (23)y James Wiseman (21) le han hecho demasiado daño a unos Lakers que, encomendados a la eterna magia de Le Bron James, no han logrado dinamitar el encuentro a su favor.
Dervin Ham intentó sostener a los Lakers con la prescencia de Davis y LeBron. Sin embargo, el equipo de Hollywood no ha encontrado un método para incomodar las trancisiones de los Golden State Warriors que, a media máquina, se han quedado con una victoria tranquila en la Bahía de San Francisco.
LeBron, el consuelo de los Lakers
El primer varapalo de la temporada de los Lakers deja una escasa imagen postivia. LeBron James (37) continúa en su mejor forma. El alero sigue encaminándo nuevas marcas en la NBA y este martes ha consignado una cifra envidiable: James completó su partido 300 en el que concreta 30 puntos y 10 rebotes. Tan sólo Shaquille O'Neal se acerca a esa estadística -296 encuentros-.
La marca de LeBron ha sido eclipsada por una excelsa versión de Stephen Curry. El base de 34 años se ha quedado con el MVP del partido tras ejercer una temible marca de 33 puntos, 6 rebotes, 7 asistencias y 4 robos en el primer partido de la temporada de los Warriors.