Si ha habido un equipo dominador durante la última década, ese ha sido Golden State Warriors. Pero eso no quiere decir que sus aficionados no hayan vivido una montaña rusa de sentimientos a lo largo del camino.

Entre 2015 y 2019 se colaron en todas y cada una de las finales y se hicieron con tres anillos, pero en la última de 2019 todo se torció. Además de perder 4-2 ante los Toronto Raptors, en cuestión de cuatro días dos de sus estrellas, Kevin Durant y Klay Thompson (32), se rompieron respectivamente el tendón de Aquiles y el ligamento cruzado anterior de la rodilla, causando baja para todo un año. Por si esto fuera poco, Stephen Curry se rompió la mano al inicio de la temporada siguiente y Thompson volvería a ser noticia por lesionarse también el tendón de Aquiles (en total estuvo más de dos años sin jugar), lo que pareció ser un castigo divino a los Warriors por haber sido tan insultantemente dominadores y, de hecho, estas lesiones hicieron que llegaran a ser el equipo con peor balance de la NBA en la 2019-2020. . 

Pero la redención existe en el deporte y el pasado mes de junio, ya sin Durant pero con Thompson y Curry recuperados, triunfaron de nuevo consiguiendo un campeonato que les convirtió en la tercera franquicia con más títulos, siete, por delante de los Chicago Bulls y tan solo superada por los dos mastodontes del baloncesto estadounidense, Los Angeles Lakers y Boston Celtics, que cuentan con 17 cada uno.

Cuando parecía que las aguas habían vuelto a su cauce para Golden State, un feo incidente copó todas las portadas. En un entrenamiento de pretemporada, Green le propinó un puñetazo en la cara a Poole. Kerr, que como hemos relatado ha vivido todo tipo de desgracias, lo calificó como la mayor crisis que habían pasado en sus ocho años como entrenador de los Dubs.

Objetivos de la temporada

Los Warriors no quieren que ningún incidente extradeportivo les tuerza del rumbo marcado y el objetivo no es otro que revalidar el título a pesar de que la conferencia oeste ha mejorado su nivel de cara al curso baloncestístico 2022-2023. Pero para ello, los de California contarán con uno de los mejores equipos de la NBA que combina juventud con veteranía.

Al liderazgo de Stephen Curry y un Klay Thompson que se espera que ya no tenga restricción de minutos hay que añadir la defensa y versatilidad de Green y el doble impacto del alero Andrew Wiggins (27), del que ya se conocía su gran calidad ofensiva, pero que la campaña anterior se consagró como todo un perro de presa cuando tocaba marcar a la estrella rival, lo que fue premiado con su primera selección para disputar el All-Star.

Pero todavía hay más: Kerr cuenta con dos jóvenes que podrían ser el factor clave para conseguir su segundo anillo consecutivo. Se trata del escolta Jordan Poole (23), una de las mayores promesas de la liga que tuvo unos números de 18,5 puntos 3,4 rebotes y cuatro asistencias por noche en la 21-22, y el talentoso pívot James Wiseman (21), número 2 del Draft de 2020 y que apenas ha podido jugar por sus lesiones, pero que ya parece estar completamente sano.

Altas de los Golden State Warriors

La plantilla tan bien estructurada de los de San Francisco ha permitido a su General Manager Bob Myers un verano tranquilo en cuanto a incorporaciones y ha decidido optar por no realizar grandes fichajes, siendo los del ala-pívot JaMychal Green y el escolta Donte DiVincenzo los más destacados para reforzar el fondo de armario. 

Bajas de los Golden State Warriors

Era lo esperado, pero la condición de agentes libres de jugadores como Gary Payton II u Otto Porter Jr. ha hecho que vuelen a los Blazers y a los Raptors en busca de un mayor protagonismo. Pese a que la lista de bajas es larga, no parece que los Warriors vayan a echar de menos a sus exjugadores. 

Stephen Curry, historia viva de la NBA

No hay Golden State Warriors sin Stephen Curry. La llegada del base de Akron a la franquicia en 2009 cambió su historia y él se ha acabado convirtiendo en, para muchos, uno de los mejores jugadores de la historia. Donde no hay ninguna duda es en su mayor virtud: el tiro de tres. Nunca jamás se había visto algo igual hasta su irrupción en la liga, donde ha batido todos los récords de triples posibles y, por supuesto, ya ha dejado atrás a francotiradores legendarios como Ray Allen o Reggie Miller. El ex de la universidad de Davidson tiene el honor de haber cambiado el juego, donde ahora prácticamente todos los equipos basan su táctica en los lanzamientos desde larga distancia, aunque de momento ninguna copia ha mejorado al original.

Dos veces MVP de la temporada, vigente MVP de la final ante los Celtics, cuatro anillos de campeón, ocho selecciones para el All-Star... La lista de reconocimientos de Steph es casi tan larga como su rango de tiro, y a sus 34 años no parece haber comenzado su declive sino todo lo contrario, puesto que en la 21-22 promedió 25,5 puntos, 5,2 rebotes, 6,3 asistencias y 1,3 robos de balón por partido, por lo que los aficionados de San Francisco tienen Curry para rato.

Plantilla de los Golden State Warriors

Bases: Stephen Curry, Ty Jerome y Ryan Rollins.

Escoltas: Klay Thompson, Jordan Poole, Donte DiVincenzo y Moses Moody.

Aleros: Andrew Wiggins, Jonathan Kuminga, Patrick Baldwin Jr., Andre Iguodala y Anthony Lamb.

Ala-pívots: Draymond Green y JaMychal Green.

Pívots: James Wiseman y Kevon Looney.

La predicción de Flashscore

Pese a que el incidente entre Green y Poole pudo haber dinamitado la química de los Warriors, una plantilla tan asentada y curtida en mil batallas debería lavar los trapos sucios en casa y pasar página, no en vano no deja de ser un obstáculo más de los muchos que han sabido sortear. Teniendo en cuenta la enorme cantidad de talento, futuro y experiencia que atesoran, si los jóvenes siguen progresando y las lesiones les respetan, los californianos deberían ser uno de los máximos favoritos a ganar el anillo.