Hay muchos equipos a los que les está yendo mejor de lo habitual. Esos, se han mostrado muy reacios a cambiar cosas y, en algunos casos, han impedido por todos los medios salir a sus jugadores. Ha sido el caso del Rayo Vallecano con Pathé Ciss (28). El senegalés tenía pactado su traspaso con el Olympique de Lyon, que pagaría unos seis millones de euros, pero la entidad rayista terminó truncando la operación.
El futbolista se mostró muy enfadado a última hora de la noche del día de cierre de mercado: “Han sido egoístas. Se han comportado mal, han pensado solo en sus intereses. Han sido irresponsables e irrespetuosos”, dijo refiriéndose a Martín Presa y el resto de directivos del club madrileño.
Algunos todavía recuerdan el transfer que no llegó a tiempo desde Manchester para que el Real Madrid fichara a De Gea (32). Debe ser el estilo Premier, porque el Chelsea hizo algo parecido para evitar que Hakim Ziyech (29) se marchase al PSG. Hasta en tres ocasiones enviaron mal los papeles los londinenses con el fin de cortar la salida del marroquí. Los parisinos pueden presentar un recurso ante la LFP por negligencia, pero parece difícil que la situación se revierta.
También se truncó para el Paris Saint-Germain el fichaje de Skriniar (27), que deberá esperar al próximo verano. El eslovaco confirmó que había firmado con los franceses, pero el acuerdo entre clubes con el Inter de Milán no terminó de consolidarse.
Caso Isco
Los agentes también han tenido su papel en los fiascos del mercado de invierno. Según se ha podido saber, Jorge Mendes y su agencia cambiaron sus exigencias en el último momento de la operación para el fichaje de Isco (30) por el Unión Berlín. “Nos hubiera gustado tener a Isco con nosotros, pero tenemos nuestros límites. Hoy se han superado, en contra de lo acordado anteriormente, por lo que el fichaje no se llevará a cabo”, comentó Oliver Ruhnert, presidente del equipo germano.
Este es solo un desliz más de un Mendes, en el que hasta el propio Cristiano Ronaldo (37) perdió la confianza. No olvidemos que es el que tiene que negociar la renovación de Marco Asensio (27) con el Real Madrid, una de las extensiones de contrato que más problemas está dando al club blanco desde hace meses.