"Sí, he firmado un acuerdo con el PSG". Así de rotundo se ha mostrado Skriniar cuando se le ha preguntado por los rumores que lo situaban en el conjunto parisino. El defensor no ha desvelado mucho más, salvo que los clubes están negociando el traspaso. "Estoy esperando a que los clubes se pongan de acuerdo. No puedo decir nada más".
El todavía central neroazzurro había sido objeto de deseo de los parisinos desde la pasada temporada, pero las altas pretensiones del Inter de Milán habían dado al traste con la operación. Sin embargo, no se dieron por vencidos y una vez que el jugador entró en los seis últimos meses de su contrato y era libre para firmar por un nuevo club, ahí estaban ellos esperándole con el papel y la pluma.
El Inter se ve ahora contra la espada y la pared. Su intención siempre había sido la de renovarle por considerarle un pilar fundamental en su zaga. Pero se ha encontrado con este golpe que le obliga a decidir si aprovechar deportivamente los cinco últimos meses de alguien que ya sabe que se irá o sacar tajada económica con un traspaso que tampoco podrá ser millonario.
El 31 de enero, cuando el Inter recibe a la Atalanta en la Copa, será el día clave para saber dónde jugará Skriniar lo que queda de campaña.