De la alegría desbordante y justificada de Fernando Alonso en su estreno de verde al rostro serio de Carlos Sainz que intentaba esconder la decepción con la que han comenzado el año en Ferrari. Pudieron frentar a los Mercedes, sí, pero nunca tuvieron opciones ante Red Bull e incluso los sorprendentes Aston Martin fueron más rápidos.
"Es un poco la realidad, donde estamos ahora", admitió el piloto madrileño, que intentó defenderse de Alonso y se quedó sin ruedas. "Desde los entrenamientos sabíamos que los Red Bull y los Aston Martin tienen una degredación mucho mejor que la nuestra. Tan pronto como presioné para defenderme de Fernando, acabé con los neumáticos y tuvo que empezar a mirar a a Lewis (Hamilton)".
Pero ya no es que los Ferrari quemen las ruedas. Es que ni con compuestos nuevos son capaces de acercarse a los Red Bull. "Me preocupa sobre todo la diferencia con Red Bull y el ritmo de carrera de Aston, que de momento es más rápido", ha admitido Sainz, quien considera que "queda mucho trabajo por hacer. Tenemos que agachar la cabeza, hacer los deberes y sólo es la primera carrera, así que aún tenemos margen de mejora".