A veces el destino es caprichoso y parece que se ha querido congraciar con los Jets. Un equipo que solía marchar con más pena que gloria por la liga de fútbol americano ha alcanzado el ecuador del curso con un balance muy positivo y se marcha a su semana de descanso con un récord de 6-3.

Todo comenzó con la derrota frente a Lamar Jackson (25) y sus Baltimore Ravens en la primera jornada. Unos días después, los hombres dirigidos por Robert Saleh (43) obtuvieron su primer triunfo en casa de los Cleveland Browns. Podía ser casualidad, pero ¿y si la ya dichosa moneda acertaba de nuevo?

Pues bien, llegó la Semana 3 y la historia se repitió. Los neoyorquinos cayeron en casa a manos de Cincinnati Bengals y ya iban tres de tres. Los cuatro partidos siguientes se saldaron con victorias. El mago del lanzamiento de moneda iba aumentando su poder y la suerte seguía cayendo de su lado.

A continuación, la derrota en la octava fecha de la temporada contra los New England Patriots de Bill Belichick (70) también fue predicha. El último duelo hasta el momento era contra los vecinos de Buffalo. Un momento crítico para la racha del fan, puesto que el destino había marcado una victoria sobre uno de los conjuntos más en forma de la liga y lo esperado, por lógica, era tener el primer fallo en esta inverosímil lista. Sin embargo, los Jets se impusieron 20-17 para seguir prolongando lo inexplicable.

De seguir así, la franquicia de Nueva York terminaría la Liga Regular con un balance de 11-6 y avanzaría hasta el penúltimo partido del curso, la final de conferencia de la AFC. Un registro descomunal para una escuadra que quedó en el puesto número 28 en 2021 y no juega en Playoffs desde 2011, cuando los Steelers les dejaron a un paso de la Super Bowl.

Esperar lo inesperado

Más allá de lo curioso y simpático de la anécdota de este aficionado, el trabajo que están desempeñando los hombres de Robert Saleh es encomiable. Seguramente, antes de comenzar la temporada nadie esperaba el despliegue que están realizando estos Jets. Han derrotado a grandes equipos, como los Bills, los Packers o los también sorprendentes Dolphins de Tua Tagovailoa (24).

El referente indiscutible, el alma de la plantilla, es el rookie Sauce Gardner (22). Llegado desde la universidad de Cincinnati, el ‘cornerback’ natural de Detroit ha llevado la alegría a Nueva York con su juego eléctrico y su pasión propia de cualquier fuerza de la naturaleza.