La Real no puede con el peso de la historia y el Barça ya está en semifinales de Copa (1-0)

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La Real no puede con el peso de la historia y el Barça ya está en semifinales de Copa (1-0)
Dembélé marcó el gol azulgrana.
Dembélé marcó el gol azulgrana.AFP
El Fútbol Club Barcelona se convirtió en el primer clasificado para las semifinales de la Copa del Rey al imponerse por 1-0 a la Real Sociedad. La expulsión de Brais Méndez en la primera mitad fue clave y los culés, de la mano de un buen Dembélé que anotó el único gol del encuentro, infligieron a los vascos su vigesimoséptima derrota consecutiva en el Spotify Camp Nou.

Como es una norma no escrita eso de no tocar lo que funciona, el Barça quiso olvidarse de su dubitativa victoria liguera ante el Getafe del pasado fin de semana saliendo a los cuartos de final de Copa con la alineación de gala. El mismo once que, a modo de amuleto, le había dado a Xavi el primer título de su carrera como entrenador en la Supercopa de España contra el Real Madrid.

Probablemente a Imanol Alguacil le habría gustado honrar el torneo del KO presentando sus mejores galas, pero las inoportunas lesiones de David Silva y de Mikel Merino le obligaron a improvisar en su intención de lograr algo que la historia decía que era prácticamente imposible: que la Real Sociedad ganara en el feudo azulgrana por cuarta vez en su historia (la última había sido en 1991) y romper la racha de 26 derrotas consecutivas en el Spotify Camp Nou.

Enfrente estaban, posiblemente, los dos equipos españoles más en forma, no en vano llevaban seis triunfos consecutivos los catalanes y nueve los vascos, por lo que parecía una cuestión de qué inercia positiva se acababa imponiendo.

Buen inicio del Barça

Y de inicio se impuso la de los locales, con Araújo, De Jong y Lewandowski volviendo a la titularidad, lo que les dio una frescura a los culés que propició que jugaran en campo rival la mayor parte del tiempo con una intensidad que los visitantes no eran capaces de contrarrestar porque cuando intentaban controlar el balón tenían multitud de camisetas azules y granates echándose encima de ellos para presionar.

Tuvo poca suerte el Barça porque cuando parecía que iba a llegar el primer gol, De Jong se interpuso en posición de fuera de juego entre el disparo de Lewandowski y la red de la portería de un Remiro que ya estaba batido. El propio jugador neerlandés también tuvo la suya al tratar de empujar desde el área pequeña un balón de Dembélé, y el francés, en su versión eléctrica y vertical, pudo abrir la lata con un zurdazo desde la frontal que se fue fuera por poco.

Estaban llegando los de Xavi con mucha facilidad al área rival, pero los de Imanol quisieron demostrar que a ellos tampoco les faltaban calidad y armas ofensivas y, en los pocos escarceos que pudieron tener en la primera parte, tuvieron la más clara en las botas de Kubo, cuyo zapatazo con su pierna izquierda tras un gran pase de Marín se estrelló contra el larguero.

La expulsión de Méndez fue determinante

Tras los buenos minutos iniciales, el fútbol como tal pasó a un segundo plano y la presión que el estadio barcelonista le llevaba metiendo durante todo el partido al árbitro Gil Manzano (el mismo que expulsó a Piqué y a Lewandowski en El Sadar) dio sus frutos, aunque el resultado habría sido el mismo con presión o sin ella.

Busquets hizo una dura entrada sobre Kubo que el colegiado no sancionó y un acelerado Brais Méndez, que venía caliente por un codazo del propio ariete polaco que había recibido poco antes, se tomó la justicia por su cuenta entrando con los tacos a la altura de la tibia del mediocentro internacional. Gil Manzano había mostrado tarjeta amarilla, pero el VAR le llamó para que revisara la acción y cambió su decisión por roja directa al gallego de la Real, la primera de su carrera.

Ante este panorama y pese a que la Real acostumbra a ser un equipo muy ofensivo y con un gran trato de balón, tampoco habían viajado a la Ciudad Condal a inmolarse, por lo que en la segunda mitad Imanol optó por tratar de minimizar el peligro que pudiera recibir defendiendo con dos líneas de cinco defensores y cuatro centrocampistas, además de cambiar a Oyarzabal y a Diego Rico por Barrenetxea y Aihen Muñoz.

Dembélé volvió a brillar

No pudo salir peor porque a la primera que tuvo Dembélé a la carrera, le ganó la espalda al recién incorporado Muñoz y puso la directa para llegar al área por la derecha. Cuando lo normal habría sido buscar a Lewandowski, el Mosquito se sacó un potente disparo que le dobló la mano a un Remiro que pudo hacer mucho más para evitar el gol azulgrana.

1-0 en contra, con un futbolista menos y con el pésimo historial en el Camp Nou. Si había algo imposible, sin duda parecía este partido para la Real. Y el pesimismo fue aún mayor cuando, en una de las pocas llegadas al área de Ter Stegen en la segunda mitad, Sorloth falló de manera incomprensible casi desde debajo del larguero. Los clásicos dirían que era más difícil fallar que meter el balón dentro de la portería y no estarían equivocados.

También la tuvo Gavi, que empató con Kubo en tiros al larguero pocos minutos después. Estaba muy cómodo el Barça, moviendo el esférico de un lado a otro del terreno de juego y con Dembélé haciendo diabluras desde la banda cada vez que entraba en acción.

Ter Stegen salvó al Barça a última hora

Pudo llegar el segundo tanto de los culés, pero no hizo falta porque el golpe de efecto que buscó Imanol con la entrada de su hombre gol en Copa, Robert Navarro, fue inútil porque el delantero, en los minutos finales, malogró otra gran ocasión tras un regalo de Ter Stegen que el mismo guardameta alemán solucionó. El teutón, de nuevo salvador, también blocó la última intentona vasca de Olasagasti y los de Xavi se convirtieron en el primer equipo en clasificarse para las semifinales de su competición fetiche.

Jugador Flashscore del partido: Dembélé.

En este enlace puedes consultar todas las estadísticas del Barcelona-Real Sociedad.