Cuatro años después del Mundial en Barcelona, la competición organizada en cuatro comunas en el País Vasco francés debe convencer que "la pelota evoluciona", subrayó el presidente de la Federación Internacional, Xavier Cazaubon.
Este tradicional deporte se puede jugar tanto en interior como en exterior, golpeando la pelota directamente con la mano o utilizando diversos instrumentos.
Entre los más conocidos están la cesta punta, una especie de guante con forma alargada y curva que permite impulsar la pelota a más de 300 kilómetros por hora, o la pala, una especie de raqueta de madera.
Para ofrecer una cara más acorde con la modernidad y seducir al comité olímpico internacional, que optó por el breakdance como deporte olímpico para los Juegos Olímpicos de 2024, la pelota apuesta por el frontall, la especialidad "más extendida en el mundo", explica Lilou Echeverria, presidente de la Federación Francesa.
El frontball figura por vez primera en el programa de esta 19ª edición del Mundial, que será la quinta organizada en Francia.
En esta disciplina, jugada uno contra uno, contra una pared y con la mano, 28 delegaciones tendrán representantes, llegados de Jamaica, Camboya, Bosnia, Togo o Canadá. Una "implantación necesaria" en países donde la pelota nunca fue practicada, para "evitar su desaparición", estima Xavier Cazaubon.
Feminización
La renovación pasa también por la pelota vasca adaptada a personas con discapacidad, que hizo su aparición en 2022 como deporte de exhibición con seis atletas, y la feminización, condiciones necesarias para pretender aspirar al estatus olímpico, que este deporte ya rozó en tres ocasiones como deporte de exhibición (París 1924, México 1968 y Barcelona 1992).
En Francia, el 20% de las licencias son de mujeres. Un número todavía insuficiente pero "que viene de lejos", estima Lilou Echeverria. Históricamente muy masculina, la pelota abre poco a poco sus distintas disciplinas a las jugadoras.
Es también una novedad en este Mundial: jugadoras de España, Francia y México participarán en cesta punta, que se juega con la gran chistera en un frontón largo o "Jai-alai", con un "muro a la izquierda" en el que la pelota puede rebotar.
En el plano técnico también hay novedades, ya que los instrumentos con materiales compuestos como las palas de fibra de carbono estarán autorizados.
Además de las 15.000 licencias en Francia y otras tantas en España, la pelota también es muy popular en numerosos países de Sudamérica.
"En las Américas, el número de jugadores está en torno a los dos millones", valora el presidente de la Federación Internacional. Esta expansión geográfica "es el fruto de la diáspora de la comunidad vasca, que se expatrió con su deporte". La pelota también está en el menú de los Juegos Panamericanos, centroamericanos y sudamericanos.
La Federación Francesa espera que este Mundial en casa, sea "una locomotora" para "atraer a los más jóvenes y a un nuevo público". La renovación pasará también por una mayor presencia en los medios de comunicación. "Y para eso nos hace falta historia, y dramaturgia de las estrellas", enumera Xavier Cazaubon.
Con 82 atletas, cuya gran mayoría no es profesional, Francia será la delegación más presente, seguida de cerca por España y México.