La ilusión es un sentimiento que, en ocasiones, te hace ir más lejos de lo que puedes. Pero una cosa es intentarlo y otra darte de bruces con la realidad. El Sporting de Gijón, metido en mil problemas en Segunda división, ya sin el destituido Abelardo pero con Miguel Ángel Ramírez en el banquillo, se tuvo que conformar con ser mero espectador de la exhibición de pegada que mostró en El Molinón el Valencia.
Con un 0-3 a los 38 minutos de partido ya estaba todo dicho. El olfato de Cavani y la endiablada velocidad de Kluivert hicieron diabluras en el área de un Mariño vendido por sus compañeros y que poco pudo hacer para evitar la goleada.
El primer tanto llegó a los diez minutos en una acción personal de Kluivert que acabó en un rechace de la zaga rojiblanca, pero con la buena fortuna para los ché, o saber estar que son muchos años cazando goles, de que el balón le llegó a Cavani. El Matador hizo lo que sabe, buscar el espacio y anotar aunque Mariño llegó a rozar la pelota.
Con el marcador en contra, los locales no rehuyeron la pelea y quisieron tratar de tú a tú a los de Gattuso. Error. Dejaron tantos espacios atrás que un velocista como Kluivert se relamió cuando André Almeida lanzó al espacio y entre él y la portería rival no había nada más que campo. La gacela neerlandesa corrió a por su presa sin que nada ni nadie le pudiera replicar. Y cuando llegó a Mariño le picó la bola mezclando la potencia con una sutileza propias de crack.
La sentencia definitiva llegaría gracias, de nuevo, a Cavani. El uruguayo recibió de Lino, amagó el disparo con la derecha para romper a su par y buscarse el hueco para, de rosca con la izquierda, ponerla lejos del meta sportinguista. Un golazo de un artista de los tantos.
El ritmo, lógicamente, fue bajando conforme avanzaban los minutos en la segunda mitad. Los cambios, el resultado abultado y que el fin de semana hay partidos de Liga, ayudaron a ello. Sin embargo, eso no mermó el ansia goleadora de un Valencia que buscó y encontró el cuarto.
Nuevamente Kluivert participó en un gol, en esta ocasión encontrando a Hugo Duro, quien fue el que habilitó a Lino para que el brasileño rematase a placer. Con ese 0-4, el encuentro se convirtió en un rondito entre valencianistas a la espera de que llegase el final y se certificase, poco después de anular a Hugo Duro una quinta diana, su pase a los cuartos de final de la Copa del Rey.
Jugador Flashscore del encuentro: Justin Kluivert (Valencia CF).